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martes, 16 de noviembre de 2021

ANGOLA, LA MUJER CUBANA Y LA FAMILIA

 

ANGOLA, LA MUJER CUBANA Y LA FAMILIA




 

Vuelvo a tocar el tema de Angola, sus negativos efectos secundarios dentro de la sociedad cubana no pueden evadirse. Quince años de intervención en aquel país debían tener su repercusión en la vida del simple ciudadano, siendo esta de una forma negativa. Evento que profundizó aún más el alejamiento y progresivo deterioro de la antes unida familia cubana.

 

Este proceso de quebranto iniciado en nuestro propio suelo, tuvo su comienzo el mismo instante en que los hijos son separados de la influencia o ejercicio espiritual de los padres. La familia es sustituida por la dañina influencia de maestros y profesores adoctrinados. Los muchachos invertían la mayor parte del tiempo en su periodo de desarrollo como ser junto a ellos. Esa influencia del estado se incrementó aún más con la ausencia también de sus padres, individuos ahora involucrados en aventuras guerreristas muy lejos de su tierra natal.

 

La mujer cubana no estuvo ausente de este sistemático proceso de destrucción de la sociedad en nuestro país. Ella participó activamente en él, como víctima o victimaria, se dejó arrastrar o seducir por lemas y consignas muy lejanas de ser parte de nuestra cultura o idiosincrasia.

 

Enroladas en esta máquina destructora y motivadas quizás por distintos razonamientos -que no eran diferentes a la de los hombres que compartieron aquella loca aventura- cayeron en la misma trampa que ellos y pusieron en juego muchas cosas de valor, entre ellas, su prestigio y la familia. Propiedades que no concede ningún estado y que son adquiridas con mucho sacrificio.

 

Algunas de esas mujeres fueron para Angola por no poder negarse, su condición de militantes del Partido Comunista se los impedía, pero, caben muchas preguntas y unas de ellas es esta; ¿Era más importante la condición de militante que la unión de una familia? ¡Para el régimen dominante, sí! Se estaba aplicando una de sus divisas fundamentales de la ideología impuesta, "divide y vencerás". Para estas mujeres parece que la familia ya significaba muy poco o casi nada. ¿Dónde estaba la familia? Ya se habían acostumbrado a vivir sin ella, veían a sus hijos cada quince días, vivían ajenas al dolor que sufre con esa separación una madre normal cuando uno de ellos se enferma, etc. Es más, sus hijos apartados de sus dominios y obligaciones llegaron a significar una comodidad. Cero preocupaciones por su alimentación, por las ropas, por los trabajos en la casa, por las enfermedades. Mucho tiempo libre para vivir la vida loca revolucionaria, participar en reuniones con los compañeros de trabajo y todas esas actividades que componen a este sistema como son las guardias, actos políticos, reuniones, fiestas, etc. Le pusieron a su alcance todo tipo de justificaciones necesarias para llegar tarde a la casa sin poder ser reprimida por el marido, quien vive en una sociedad con igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

 

Con esto no quiero decir que esté en contra de la participación de la mujer en el desarrollo de la sociedad y mucho menos en su estancamiento profesional. Es humano y civilizado compartir los deberes en una familia, pero de ahí a que mi mujer se marche por dos o tres años a cumplir una misión que le encomendó el partido, esa, se la traga la madre del Secretario de ese Partido. Quién carajo puede entender que la esposa de uno se largue dejándote con dos o tres muchachos y que considere más importante un simple carnet, no voy a decir que, al marido, digamos que a sus hijos.

 

Estos fueron algunos de los motivos de separación ocurridos entre matrimonios cubanos de aquellos años “internacionalistas. Separación de numerosas familias en Cuba, llegando a convertirse entonces en una especie de maldición tener a una esposa comunista. Bueno, no todas fueron para Angola por su conciencia Internacionalista, igual que fueron los hombres a participar en esa guerra, la mujer es tan libre de pensar como ellos. Goza igualdad de condiciones en lo referente a razonamientos, es más, creo que en este aspecto es superior al macho. No olviden aquello que llaman intuición femenina, con esto digo, lo que mencioné cuando transporté a las tropas para ese país. Hacia aquella aventura partieron muchos que no sabían lo que estaban haciendo, solo iban en busca de algo desconocido, viajar, pacotilla y, los que se vieron obligados a dar ese paso bajo la amenaza de perderlo todo, la chapa, revolver, cargo y la buena casa.  Desafortunadamente, muchos de ellos no regresaron para hacer el cuento de su loca aventura.




¿Qué fue lo que vi en Angola relacionado con la participación de la mujer? ¡Mucha mierda! En ese país se mantuvo durante 15 años a más de 50 000 hombres, claro, esto es generalizando. De estas personas, una reducida cantidad eran mujeres, no puedo argumentar el porciento, pero creo que no llegaban al 10 %, se imaginan, 10 mujeres entre cien. Deben imaginarse también la demanda que había de ellas dentro de esa jauría de lobos locos y rabiosos por sexo. Creo que debo rectificar, es exagerada, no cometo mucho error si digo que serían un 5 % la presencia femenina cubana en ese país.

 

Pues bien, la cacería de ellas comenzaba desde el mismo momento en que bajaban de avión de Cubana en el aeropuerto de Luanda (esto lo he mencionado en otros trabajos) En el salón de espera se encontraban aquellos cabrones que tenían medios de transporte y seguían a los autos o buses hasta los albergues donde las mismas eran asignadas. Algunos de estos cazadores eran jefes o tarugos de estos, quienes fueron a este país con la misión de buscarle mujeres a sus jefes. No podía demorar mucho aquella cacería ante la implacable demanda del producto disputado. Comenzaba la cacería con técnicas muy particulares, la iniciaban con visitas ingenuas a los amigos que conocían en esos edificios, después llegaban las invitaciones en apariencias inocentes a las actividades privadas, más tarde llegarían las proposiciones inmorales y cuando había resistencia, las trampas o el chantaje.

 

Las trampas consistían en endrogar a las presas y les tomaban fotos para chantajearlas posteriormente. Las chantajeaban también con la amenaza de enviarlas a provincias apartadas de la capital. Eso significaba que no verían vestigios algunos de civilización hasta que cumplieran su misión. También les hacían promesas de pacotilla, etc., llegado a este punto no se hacía muy necesario ejercer demasiada presión, era el motivo u objetivo de la presencia de algunas en aquel lejano país, se vio y ocultó de todo en Angola. Tampoco se puede ser injusto a la hora de comentar o juzgarlas, la mujer es un ser humano como los hombres. No siempre fue víctima de estas situaciones, supongamos que no le sucedió nada de esto. Pasado un tiempo de abstinencia sexual, llegó un día en que se encontró con uno de los miles de hombres disponibles y le gustó, eso puede sucederle a cualquier ser humano. Ellas tenían el privilegio de sentarse a esperar por un príncipe azul y sabían con seguridad de que este llegaría en cualquier momento, no uno, le sobrarían decenas de estos príncipes, entonces, sin nadie presionarla ella sola pecaría, olvidándose de esposo, de amor y de familia. Estamos hablando de un ser humano con todas sus cargas de virtudes y defectos, un ser de carne y hueso susceptible a las sensaciones e influencias del medio donde se encuentra.

 

Fueron interminables las historias de las mujeres cubanas en Angola, algunas regresaron en cajas de madera como mártires de la Revolución Internacionalista, cuando en realidad no lo eran. Como aquella muchacha del contingente de maestros Che Guevara residente de la barriada del Lawton, chica a la que el novio mató a tiros en un acto de crimen pasional.

 

Al año de estar allá, partí de vacaciones para Cuba y en el aeropuerto de Luanda se me acercó un amigo, me pidió que ayudara a una muchacha del Contingente Che Guevara. Ella estaba llorando y me dijo que iba para La Habana sancionada porque estaba embarazada. Le pregunté si sabía quién era el padre de su bebé y me contestó que era su novio. —¿Él está de acuerdo en reconocer a tu hijo? -le pregunté y me contestó que sí, agregó que ellos eran novios desde hacía varios años. —Entonces, para qué carajo lloras, debes reír y ser feliz. -le dije. —Tu hijo tiene padre y cágate en la misión, abrí el maletín y saqué de él unos tetes que le ofrecí, ella cambió el rostro y me dio un beso, durante todo el trayecto le fui dando aliento.

 

Estoy seguro de que todavía esa muchacha -a la que nunca más vi en mi vida, se debe estar acordando de mí. ¿Se la imaginan apartada en aquel aeropuerto, sancionada, como si hubiera cometido un delito mortal? Son cosas que hoy las veo desde otro ángulo, situaciones verdaderamente increíbles e inaceptables, solo que, en nuestro sistema, nuestro impecable y humano sistema, eran normales y las aceptamos en silencio como cobardes cómplices.

 

Ayudó mucho a la separación de la familia cubana, la parte del hombre que se enamoró de otra mujer por la situación descrita anteriormente. También colaboró en la división o destrucción de la familia cubana, aquella fracción en las cuales sus padres se suicidaron por contraer enfermedades venéreas incurables (El Boniato) y para salvarles la vida les cortaron el pene. La historia no se ha escrito, la verdadera historia de los sufrimientos del pueblo cubano durante estas inútiles aventuras. El día que ese muro se derrumbe, se sabrá todo lo que se empeñan en mantener oculto. No sé si habrá vergüenza para enfrentar la realidad por parte de los que trabajamos para construir aquel falso paraíso, de los que se aferran a mantenerlo, y sobre todo, aquellos que desconociendo la historia de nuestro pueblo, lo apoyan prolongando su agonía. Quiera Dios que un día encuentre un solo motivo para perdonarles.

 

 

Esteban Casañas Lostal

Montreal.....Canadá.

2000-09-10

 

 

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domingo, 14 de noviembre de 2021

ANGOLA: LA MUERTE INNECESARIA

 

ANGOLA: LA MUERTE INNECESARIA

 


Todavía no comprendo el origen de aquel macabro capricho de quien hoy reposa su tenebroso sueño dentro de un cenicero. Resulta inexplicable, menos aún comprensible, aquella enfermiza adicción por las tetas de una vaca, los mililitros de leche de un toro y sus extravagantes cálculos en televisión sobre las infelices bestias a las que pensaba inseminar. El mas grave de todos sus experimentos los realizó con nosotros, por ahí abundan bastantes ejemplares con los nefastos resultados, reducidas nuestras inteligencias a niveles inferiores del poseído por vacas y toros. Tal vez por esos fracasos y aquellas incompresibles explicaciones donde cruzaba los genes de un negro con una negra y daba rojo. Cruzaba los de un rojo con una rubia y daba negro. Cruzaba los de un rojo con otro rojo y no se sabia que coño salía, creo que era mierda o un militante obediente e irracional. Discúlpenme, es que no se comprendía muy bien su explicación tan científica y me predispuso.

Lo cierto fue que nos transformó de la noche a la mañana en los animalitos más útiles y obedientes de su gigantesco laboratorio privado. Luego, por cualquier mierda nos castigaba, tuvo que ser, porque aquella sombría y despreciable orden suya de mantener los restos humanos de nuestros hermanos enterrados en Angola hasta que le saliera de sus cojones, pudo deberse a los fiascos que sufrió durante sus ensayos. ¡Que tronco de hijoputa! ¿Cuántas madres, esposas, hijos, hermanos, queridas y putas, los tuvieron que llorar en silencio tragándose sus lágrimas y amarguras? ¿Cuántos? Nunca podrán responder exponiendo una cifra exacta. No podrán hacerlo por los siglos de los siglos, amén. ¿Saben por qué? Porque el tipo era un cabrón, el más inteligente de todos los hijoputas parido en nuestra tierra. ¿Qué hizo? Cuando le salió de sus reverendísimos güevos, trajo unas cajitas de contenido dudoso con nombres y apellidos. Los repartió por toda la isla, provincias, municipios y barrios como si se tratara de regalitos de Navidad. ¡Lloren ahora, coño, que yo los autorizo! A llorar que se perdió el tete. ¡Pobre gente, miserable generación castrada! Hasta para llorar por lo que no se sabe lo que era, debíamos estar autorizados. ¿Alguien pudo contarlos? ¡Por supuesto que no! No existía internet y los pocos que tenían cámaras debían tener mucho cuidado hacia donde dirigían sus lentes. ¡Click, clik, clik! ¿Dónde coño los revelaban? ¡He ahí la grandeza de ese hijo de puta que duerme sus sepulcrales diabluras en un cenicero allá en Santa Ifigenia! Para mas ofensa, muy cerca del apóstol colocaron su meteorito. Simplemente resultaba imposible contar aquellos supuestos mártires, ni la CIA con todos sus satélites pudo descifrar ese secreto. ¡Era un cabrón, era un cabrón! Fíjense si lo era, que hasta el seboruco realizan peregrinaciones para llorarlo, ponerle flores y pedirles alguna bendición. ¡Ojalá que no falte petróleo en el infierno!

¡Oh, oh, oh! ¡Ojo que todos los muertos no son iguales, ni los mártires tampoco! Yo estuve, junto a Manolito Balsa y uno de los hermanos De La Guardia, (ya les expliqué por qué andaba con él). Bueno, yo estaba presente cuando sacaron los restos del General Diaz Argüelles en Luanda. Por cierto, lo sacaron de un buen panteón para repatriarlo a Cuba. Eso ocurrió en el año 1978, ¿se han preguntado cuándo llevaron al resto de los cubanos para Cuba? No hace falta, su familia deseaba llorarlo en la isla y el propietario de todos aquellos cadáveres lo autorizó. No solo el panteón era bueno, el sarcófago era también de excelente calidad, tanto, que se había conservado como si fuera nuevo. ¿Y los demás muertos? ¿Para que me preguntan si cientos de nuestra gente conoce la respuesta? Visité varios cementerios en Luanda y el de Catumbela, nuestros infelices descansaban generalmente en tumbas cubiertas de tierra con una cruz de madera numerada como si se tratara de una suma matemática. Ese numerito era el mismo que estuvo grabado en la rustica chapilla que me dieron antes de partir para aquel país.

Cuenta la leyenda, probablemente con la intención de fabricar un mito, los restos de Argüelles no se habían descompuesto y se conservaban momificados. Alegaron los rumores, pudo deberse a la alta concentración de salitre en las tierras de aquel cementerio. Algo difícil de dar credibilidad porque como dije, estaba en un panteón sin contacto directo con la tierra. Si eso fuera posible de acuerdo con esa leyenda que pretendía mistificarlo, los despojos de los cubanos enterrados directamente en la tierra se hubieran conservado mucho mejor. Todo tiene su justificación en ese enorme laboratorio con forma de archipiélago, tal vez quisieron elevarlo por encima de la estatura del Cid Campeador. ¿Se lo merecía? ¡Claro que sí! El general había muerto en Angola para que su pueblo disfrutara de la misma igualdad que se vivía en Cuba, solo posible en el socialismo. Bueno, el problema es que hay algunos menos iguales que otros o viceversa. Tan es así, que ya en esa fecha mencionada, me refiero a la de la exhumación, los menos iguales ya disponían de una diplotienda como en la isla para uso exclusivo de ellos y una casa de descanso para los oficiales donde se relajaban, bebían como camellos acabados de cruzar el desierto del Sahara y hasta movían el esqueleto con orquestas enviadas desde La Habana. Relajaciones con sus queriditas incluidas, mujercitas cuyas misiones internacionalistas consistía en desarrollar el rol de reverberos para mantenerlos calientes. Mientras ellos se daban la gran vida, en el lado de los más iguales se realizaban frecuentes requisas a las pertenencias de los soldaditos y les decomisaban lo poquito adquirido con sus marañas. Los marinos que navegaron en los barcos “Habana” y “Las Villas”, destinados a prestar servicios por largos periodos de tiempo en Angola, saben que ellos eran los encargados de transportar la pacotilla que se vendía en esa tienda desde las Islas Canarias.




—¿Cómo te fue? Me preguntó mi excuñado a la mañana siguiente después de mi arribo a casa, había transcurrido un año de mi partida y disfrutaría un mes de vacaciones. Abrimos una botella como en tiempos anteriores a la aventura y después del tercer trago tratábamos de arreglar al mundo, solo que evitábamos meternos en el nuestro, tal vez sabíamos que no tenia reparación. Así eran mis encuentros con mi él.

—¡Imagínate, tú! Yo realmente no la paso tan mal, estoy en uno de los mejores buques donde he navegado y con unas condiciones excepcionales. Entonces le fui describiendo cada uno de los privilegios que nos concedió la compañía naviera ANGONAVE. Él me escuchaba asombrado y con la boca abierta, casi estuvo a punto de no creerme cuando le dije que comíamos a la carta como en cualquier restaurante.

—¡Sabes! Tengo unos vecinos a los que les notificaron los otros días que su hija había fallecido en un accidente.

—¡Que pena! ¿Cuál era la edad de la chamaca?

—Imagínate tú, no llegaba a los 17 años.

—¡Coño! ¿Qué hacía esa chamaca tan joven en Angola?

—Era del contingente de maestros Che Guevara.

—¿Cuándo le notificaron lo de su muerte?

—Hace apenas unos días, ¿sabes algo de eso?

—¡Coño, compadre, que pena siento por esos padres! Es mentira eso que les informaron a sus padres.

—¿Cómo que es mentira? ¿Sabes que le pasó a la muchacha?

—¡Claro que lo sé! Ha sido un caso sonadísimo en Luanda. Resulta que la muchacha arribó a Angola con su noviecito y qué te cuento. Lo engañó con otro muchacho y el novio se enteró de la traición. Se buscó una pistola, nada difícil de conseguir allá y le cayó a tiros. Fue un crimen pasional, no un accidente. Estoy convencido de que muchos de los que estaban en Luanda en esas fechas se enteraron.

—¡No jodas! Coño, no se puede creer en esta gente.

—Si deseas contarles la verdad a los padres, puedes hacerlo, me tiene sin cuidado.

—Olvida eso, yo no me meto en esa candela. ¿Y si después me caminan?

Esa fue un de las cajitas que sumaron a la relacion de mártires internacionalistas que nunca lo fueron, como las de muchos que murieron por accidente o enfermedad. Lágrimas contenidas o reprimidas por el gran científico que gobernaba la isla. Muertes innecesarias que nunca debieron ocurrir, dolor provocado buscando un resultado en sus experimentos. Quizás quiso cruzar genes rojos con negros y le resulto que dieran vacas rubias. Tal vez cruzó genes negros con rubios y le resultó vacas negras. Puede que haya cruzado genes rojos con rojos y solo obtuvo hijos de putas. Antes de morir el degenerado, no recordaba la razón por la cual Cuba fuera el único país donde se estudiaba idioma ruso en la secundaria básica.


Ninguna de aquellas ridículas cajitas contenía los restos de algún “menos igual”, todos eran hijos de nuestro pueblo, los que murieron innecesariamente.

 

 

Esteban Casañas Lostal-

Montreal..Canadá.

2021-11-13

 

 

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viernes, 12 de noviembre de 2021

ANGOLA: LA MISIÓN, LOS “MISIONEROS”

 

ANGOLA: LA MISIÓN, LOS “MISIONEROS”




 

De nuestros pasos por Angola se ha escrito en Cuba lo que a ellos les conviene, las páginas negras de esas historias se mantienen selladas por intereses del régimen en ocultar lo sucedido y por el silencio de sus protagonistas motivado por sus miedos. Mutismo provocado por la complicidad de muchos simpatizantes en la isla y el mundo, vergüenza para demasiados, méritos de unos cuantos degenerados.

 

Durante el año y medio que permanecí en aquel país, evité a toda costa mis contactos con el personal civil. En la misma medida que los detestaba, me compadecía por la suerte de los miles de soldaditos que llegaron hasta allí impulsados por razones absurdas, sentimientos confundidos que más tarde provocaron muchos arrepentimientos. Unos lo hicieron por conocer un nuevo país, comprarse alguna radiograbadora, salir de la enorme jaula existente en la isla, simplemente por aventureros y, puede que exista algún confundido que no interpretara bien el significado de la palabra “internacionalista” y se identificara con ella.

 

Un grupito de tripulantes del grupito que éramos, (cubanos, por supuesto), apadrinamos a un grupo de estos soldaditos que radicaban en el campamento militar de Viana, creo que ese era el nombre correcto. Semanalmente llevábamos a tres o cuatro de aquellos muchachos para que se pasaran dos días a bordo del buque “N'Gola”, gesto muy bien aceptado por ellos y que les servía para “refrescar” un poco. Entre tragos, nos contaban todas sus desgracias y penas, nos conmovían y a la vez, nos sobrecargaban de energía negativa. Todos ellos deben ser viejos en la actualidad, si es que pudieron sobrevivir.

 

Veo frecuentemente imágenes de unos viejos hijos de putas con sus pechos adornados, como si se trataran de arbolitos de Navidad, con toda una retahíla de medallitas de aluminio, son felices con esas mierdas. Luego, veo otras fotos con esos viejos cargando palos y vociferando consignas contra los jóvenes que no desean seguir sus ejemplos. ¡Que hijos de mala madre!

 

No todo se ha escrito sobre algunos de esos miserables que vacacionaron en Angola y colaboraron en su destrucción. No todos fueron héroes, no todos combatieron y solo sirvieron para trasladar a ese país nuestras cargas de miseria. Porque después de ellos, esa tierra fue mucho más pobre que cuando era colonia portuguesa. Imaginen por un solo instante que hubo personajes cuyas misiones fueron implantar los CDR, FMC, CTC, UJC, PCC, etc., cada uno de ellos representaban a esas organizaciones. Falta agregar también en esa manada a las representaciones de los ministerios y otros organismos de corte económica. O sea, se estaba implantando un sistema que era copia fotostática del existente en la isla. Estos degenerados, no conformes con el fracaso existente en nuestra casa, lo compartían muy felices en otros países. Ejemplos sobran y se destacan Venezuela, Nicaragua, Etiopia, Mozambique, etc., y etc. Cuba ha producido hijos de putas e ineptos para satisfacer la demanda mundial y su poder destructivo esta más que demostrado. No sé a cuál “continuidad” se refieran en la isla y menos comprendo a esos mal paridos que hoy marchan con el calzoncillo cagado apoyándolo.

 

Bueno, les hablaré del “Comité de Recepción de Luanda”, al que seguramente perteneció algunos de esos “enmedallados” y muertos de hambre. En este comité hay que distinguir al jodedor que realizaba esa función como si fuera un “trabajo voluntario” y al degenerado que lo hacía cumpliendo órdenes. Resulta que estos individuos, sin conexiones entre sí, iban por sus medios semanalmente a recibir al vuelo de Cubana de Aviación en el aeropuerto de Luanda. Operación que se realizaba sin ningún trato protocolar, salvo, si ya se estaba esperando a una mujer en particular, funcionaria, amiguita o queridita de algún pincho, etc. En este último caso ya todo estaba cuadrado, recogían a su presa y la transportaban hasta el lugar elegido por sus jefes, un buen apartamento, casa, hotel Presidente o al mismo domicilio del dirigente. Esta era una de las misiones cumplidas por algunos de esos viejos hijos de putas con medallitas en el pecho, hoy con algún palo en los manos listos para agredir a jóvenes que se rebelen o reclamen sus derechos. O sea, sus misiones eran buscarles jevas a sus jefes, no solo las que llegaban en el vuelo de Cubana semanalmente. Si el dirigente asistía a cualquier actividad donde existiera la presencia de mujeres y le gustara alguna de ellas, se lo comunicaba al jefe de su escolta y este se encargaría de la captación o convencimiento de la presa para que visitara al dirigente.

 

—Mi jefe quiere conocerte -le dijo un día un escolta a una blanca tan hermosa que paraba un tren, yo la conocí personalmente y fue quien me narró esta historia.

 

—¿Quién es tu jefe? -preguntó ella muy serena.

 

—El ministro Levi Farah, quiere que vengas conmigo a su apartamento.

 

—¡Mira, dile a tu jefecito o ministro que si desea conocerme tiene que venir en persona! Yo no sé cómo puede haber hombres que acepten el trabajo de buscarles queridas a sus jefes. Es muy extraña tu misión internacionalista, ¿no crees?

 

Aquel caso fue muy sonado entre los allegados a esa hermosa mujer de la que no recuerdo su nombre y participó en una fiesta que me hicieron varios amigos como despedida antes de partir de vacaciones a Cuba. Hacia solo unos días yo había visitado el feudo de Levi Farah durante su permanencia en Luanda, no lo hice solo, ya lo he comentado en otro trabajo. Llegué hasta allí con mi amigo Manolito Balsa, quien, a su vez, era amigo de uno de los hermanos De La Guardia, no recuerdo cuál de ellos, éste era el jefe de la escolta de Risquet, jefe de la Misión Cubana en aquellos tiempos.

 

Resulta que Levi Farah tenía para vivir durante su “misión” en Angola, nada más y nada menos que dos pisos de un edificio con un gimnasio incluido. Gimnasio que no utilizaba anárquicamente, se unió a nosotros durante la visita un individuo que resulto ser su profesor de “educación física”, esa era la “misión internacionalista” de aquel güevón. Quizás haya guindado el piojo o, sea de los comemierdas que anden cargando medallitas en el pecho los días festivos.

 

—¡Coño, me parece que te conozco! Le dije a un individuo al que estuve observando durante varios minutos en una visita que hice a un amigo mío en 21 y G-Vedado. Ya habían transcurrido varios años de mi aventura en Angola.

 

—No lo creo, tu cara no me resulta conocida

-respondió el tipo algo nervioso y no dejé de observarlo.

 

—Pues a mí me parece que sí, raramente me equivoco. Ya te diré dentro de unos minutos, yo tengo una memoria fotográfica. No le mentía, yo poseía una memoria más peligrosa que el Google actual en esos tiempos juveniles, privilegio concedido por Dios y que hoy comienza a sufrir los embates de los años. Tampoco me asusta mucho, se borran los recuerdos presentes con algo de facilidad, mientras los viejos permanecen congelados como un durofrío en las cámaras de mi mente. La conversación entre los presentes continuó con fluidez, ya saben, algo elevados de tono hasta el momento que encontré la respuesta en mis archivos.

 

—¡Compadre, yo te dije que te conocía y fallo muy poco en mis sentencias! Tú eras el instructor de deportes privado de Levi Farah en Luanda. Yo no sé si se cagó al escucharme, lo cierto es que a los pocos minutos inventó un pretexto para retirarse. Cuando se despedía tuve deseos de decirle algo a aquel parásito revolucionario.

 

Ya les mencioné al equipo o Comité de Recepción en Luanda que actuaba por cuenta propia, algunos de ellos eran unos jodedores que luchaban en buena lid un huequito tibio donde enterrar al muñeco. Sus métodos de lucha eran muy simples, le tiraban un vistazo a las pasajeras que desembarcaban y seguían al vehículo que las transportaba hasta el “predio” sede del organismo que las llevó hasta ese país. A partir del día siguiente frecuentarían ese edificio buscando las mil maneras de conquistar a su presa, este era un método sano de luchar al que nunca me atrevería a criticar. Sin embargo, paralelos a ellos y en apariencias independientes, jugaba otro equipo cuyas luchas no eran nada justas o saludables.

 

Estos hijos de putas desarrollaban el mismo método de los jodedores, o sea, seguían al vehículo de sus posibles presas hasta la sede del organismo en cuestión y, a partir del día siguiente, desarrollaban un criminal acoso contra sus víctimas. ¡Vamos a ver! Nadie es santo o perfecto tampoco, las mujeres que patinaron en este caso lo hicieron por voluntad propia. La cuestión es que estos tipos poseían cierto poder o algún grado de influencias para proceder como lo hacían. El método de presión o chantaje más común utilizado contra sus víctimas siempre fue el traslado de ellas hacia otras provincias. Claro, luego de demonizar las condiciones de vida alejadas de la capital, unas veces ciertas y otras muy exageradas.

 

No era necesario presionar mucho tampoco, estamos hablando de mujeres que arribaron a ese país con pensamientos o ambiciones similares a las de muchos hombres. Algunas de ellas dejaron en su estela el hogar con su esposo e hijos incluidos. Muy patriotas y partidistas ellas, exageradamente comprensible y complaciente el marido, quien durante un año jugaría el rol de mamá y papá. Hay que ver el grado de militancia o partidismo que alcanzó el macho cubano a solo unos 16 años de dominio castrista. Luego de sufrir crueles ataques y ser acusado de furibundo o empedernido machista por todos los medios de difusión existentes, batallas donde participó un ala bastante amplia de la intelectualidad cubana. Aquel machote cubano fue reducido a la estatura de un pobre mariconcito que, entregaba con gusto su esposa a sus jefes ideológicos. Es probable que hoy se encuentren comprendidos en esas brigaditas de respuesta rápida, muy dispuestos a atacar a la juventud que desea desmarcarse de estas pajarerías. Si la mamá de los que están leyendo estas líneas participó en alguna de aquellas misiones en Angola, yo les recomiendo para que no se sientan heridos, las incluyan en el escaso porcentaje de mujeres que no metieron un patinazo. ¿Estamos hablando de igualdad de género? ¿No hablamos de igualdad de derechos? ¿No se luchó para que la mujer y el hombre disfrutaran los mismos privilegios? Entonces, si no vivió aquella película, les recomiendo que se queden calladitos. Esto fue lo que nos tocó a los de abajo, no a todos, hablo de aquellos hombrecitos que se transformaron en mamá.

 

Pues sí, sin ánimos de ofender a nuestras mujeres, seres humanos como los hombres y con esa carga indispensable de virtudes y defectos, ellas supieron escribir algunas importantes páginas negras de aquella macabra historia que aún se mantiene oculta, porque en esto de los secretismos, estos castristas son bien expertos. Ya vimos como el 27 de Mayo del 2021, el actual presidente angolano pidió perdón a su pueblo por la masacre desatada por fuerzas cubanas y angolanas contra su gente. Ese silencio fue tan perfecto, que yo arribé a ese país unos dos meses después y me vengo a enterar ahora.

 

Mucho se ha hablado del carácter “internacionalista” de nuestro pueblo en cada una de las injerencias realizadas por el mundo, se acusa de paso a nuestra gente de “mercenaria” cuando muestra su inconformidad con ese sistema. Lo peor, abundan fotos de esos viejos cagones de los que hago referencia con sus medallitas de aluminio y vociferando amenazas contra nuestra juventud. Para la prensa y organizaciones políticas todos los que participaron en estas aventuras son “héroes o mártires” internacionalistas. No leerán nunca una línea haciendo referencia de los bandoleros, pícaros, traficantes, violadores, ladrones, chivatos, oportunistas, etc., quienes formaron una parte muy importante de la sociedad de sus tiempos. No todos pelearon o perdieron sus vidas en batallas, eso sí, muchos fueron cómplices de todos los males transportados hasta esa costa en nuestros barcos o aviones.

 

Quince años sacrificando las vidas de nuestra gente, solo sirvieron para arruinar a dos países. En el caso de Angola y luego del fracaso vivido, les entregaron un país hambreado y destruido. ¡Oh, se me olvidaba! Le regalaron a la mujer mas rica de toda África. ¡Que casualidad! Es la hija del expresidente José Eduardo dos Santos, quien se mantuvo en el poder durante 38 años. Todavía hay idiotas que se dejan seducir por esta manga de cabrones, siguen creyendo en el futuro que les venden y cantan loas a una “continuidad” que hace decenas de años perdió el rumbo.

 

¡Patria y Vida!

 

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2021-11-12

 

 

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domingo, 7 de noviembre de 2021

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

 

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

 



Recientemente el boxeador cubano Loren Berto Alfonso, nacionalizado azerí, tuvo un gesto admirable durante su participación en el Mundial de Boxeo en Serbia. ¡Ojo! Admirable para unos, detestable para otros, el arcoíris cubano posee mas colores que el mostrado por la naturaleza. Loren logró vencer por decisión dividida a su compatriota Herich Ruiz y en el momento que anunciaban su victoria abrazó a su oponente, un cubano que defendía su bandera. Loren, cubano también, peleaba defendiendo la bandera de Azerbaiyán.

 

Ese hermoso gesto fue muy bien acogido por la prensa internacional y aplaudido por miles de compatriotas dispersos por el mundo. Fue una señal muy deportiva por parte del atleta cubano con residencia bien lejana al Caribe, muy noble y profesional, pienso. Ese abrazo no tuviera mucha relevancia o se hubiera visto con mas normalidad, si no se tratara de un evento poco común desarrollado entre dos mundos tan opuestos. Me refiero al del atleta que vive en entera libertad y la de su oponente viviendo bajo una dictadura. Vale la pena señalar que además de nobleza y profesionalidad deportiva, ese gesto de Loren abraza mucha valentía y me explico.

 

Una acción como esta, desarrollada en un ambiente crispado por el rechazo y me atrevo a decir con cierta dosis de odio alimentado por el régimen de La Habana, muy bien pudo despertar la ira, crítica y condena de quienes se oponen con verticalidad a ese sistema. Sin embargo, no ha sido así y si existieron manifestaciones contrarias a la admiración o respeto por la decisión del boxeador en la diáspora, simplemente no ha tenido repercusión. El abrazo se extendió también a los entrenadores e imagino la sorpresa recibida ante esa acción espontanea de un oponente deportivo e ideológico. Porque, aunque muchos se empeñen en manifestar que el arte, deporte y otras actividades de la vida humana no son de carácter político, saben que en el caso cubano no es así y mienten por cobardes. En Cuba es politizado hasta el aire que se respira.

 

Bueno, toda moneda tiene dos caras y en este caso acude a mi mente una sola pregunta. ¿Tendrán valor suficiente los atletas cubanos de la isla para actuar de igual manera que el boxeador Loren? Por el momento lo dudo, una acción aislada podría considerarse similar a la de un kamikaze, un verdadero acto de suicidio. Hacerlo desde la isla es casi imposible, es difícil que coincidan en el lugar uno y otro. Luego, cada delegación que parte al extranjero lo hace escoltada por un numeroso grupo de agentes disfrazados. Solo les quedarían dos opciones, hacerlo público como lo hizo el boxeador Loren y en ese caso el autor de tal desafío se enfrentaría a un exilio forzado o pagar por su acción al regreso. La otra opción sería que esa acción se realizara colectivamente como si se tratara de una rebelión pacífica, pero tampoco lo creo. Algo así solo harían los jóvenes que no están comprometidos con el régimen y tampoco tienen nada que perder, como los participantes de las manifestaciones de Julio y posiblemente los que han anunciado una marcha este 15 de Noviembre.

 

Si nada de esto ocurriera, tendrían que esperar a que el gobierno los autorice tener contactos con cubanos en el exterior. Nada de esto es asombroso y menos una especulación, sería bueno que tanto los padres y abuelos les cuenten a sus hijos los antecedentes de esta situación que menciono. Si acaso lo han olvidado les voy a facilitar el pie  de rima para que compongan sus decimas: “¿Ha mantenido correspondencia con su familia en el exterior?” Esta pregunta desconocida para las nuevas generaciones formó parte de un largo cuestionario aparecido en todas las planillas para optar por un trabajo o escuela en la década de los 60. ¡Díganle a sus abuelitos y padres que les cuenten!

 

Después y con un poco mas de calma, transporten esta cara de la otra moneda a otros campos de la vida en cualquier sociedad. Digamos a los artistas, intelectuales, científicos y hasta nuestro ramo, el de los marinos. En bastantes oportunidades salían corriendo cuando se encontraban accidentalmente conmigo en las calles de Montreal, hay mucho para contar y en nada se parece a esos puentes de amorcito o cariñito mencionados por el régimen o sus tarugos del lado de acá.

 

Ustedes deciden, yo lo hice hace muchos años.

 

               “PATRIA Y VIDA”

 

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2021-11-07

 

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martes, 26 de octubre de 2021

¿QUÉ DEFIENDES TÚ, CUBANO?

 

¿QUÉ DEFIENDES TÚ, CUBANO?



Te veo marchar con un palo o cabilla en la mano y el odio tatuado en el rostro. Disfrazado de pueblo cuando en realidad no lo eres, te delatan las botas que calzas. Eres un triste soldadito que no sabe o tuvo el valor de decir no y hoy te encuentras arrastrado por una marea que no creaste, tampoco crees en ella. Te veo marchar o practicar para reprimirme, golpearme, callarme y lo haces en igualdad de condiciones. Andas mal vestido y cuando recorro tus tripas me espanto tanto como tus huesos. Andas sudando, ladrando consignas que ya no comprendes, respondiendo al mensaje que el estómago le envía al cerebro, ¡hazlo, al final serás premiado con una merienda! Levantas el palo o cabilla y me hieres.

 

Quizás no seas ese soldadito que entró obligado al ejercito y seas un simple estudiante que aspira culminar una carrera. ¿Me golpearás cuando yo marche pacíficamente reclamando mis derechos, que también son los tuyos? ¿Lo harás consciente de que soy una muchachita? ¿No sentirás vergüenza al hacerlo como pago a tus aspiraciones? Yo marcho para que nadie te obligue a convertirte en un miserable, puedas estudiar la carrera de tus sueños sin que seas discriminado por tus creencias religiosas, tus pensamientos, inquietas opiniones propias de cualquier joven. ¿Aun así decidirás golpearme?

 

Tal vez no seas estudiante, no te interesaron los estudios al comprobar que una simple jinetera gana mas dinero que un científico o ingeniero. Puede que tampoco trabajes, no abundan las plazas en sitios donde se pueda luchar algo, robar digo yo. Los salarios de miseria no te resultan atractivos y has decidido vivir del cuento o cometiendo delitos. ¿Te llamaron y chantajearon para que participes como integrante de las Brigadas de Respuesta Rápida? ¿Me agredirás aun conociéndonos desde chicos, siendo vecinos, familiares? ¿Lo harás? Nunca pensé que fueras tan cobarde. Yo marcho para que tengas oportunidades en la vida sin necesidad de delinquir, para que tu hermana no se convierta en jinetera y tus padres no reciban a sus clientes en esa casa heredada de tus abuelos.

 

Puede que no seas el soldadito, estudiante o joven descarriado. Eres el padre de uno de ellos y ya te encuentras algo madurito. ¿Haces algo para que ellos no se presten a cometer lo que en cualquier país civilizado del mundo es un crimen? ¿No lo haces por cobarde o resultarte incómodo el peso de tus frustraciones? Sabes que has crecido, vivido y creado una descendencia nadando en un mar de mentiras y falsas promesas. Aun así, ¿decides continuar viviendo con un doble rostro, doble moral, guardando silencio y el fantasma de tu cobardía visitándote en cada sueño? ¿Aprobarás que tu hijo o sobrino me hiera con un palo o cabilla por reclamar un espacio para sus vidas? ¿Continúas creyendo en esa sinfonía de mentiras consumida durante sesenta y dos años? ¿Tienes lo que realmente te recitó aquel poeta moreno embriagado de idealismo? ¿Qué tienes, que tienen en esa isla que no sean penas? ¿No sientes envidia o vergüenza cuando tu vecino recibe un paquete, recarga o remesa desde el extranjero? Ayuda que le brinda un cubano como tú, como yo, el soldadito, el estudiante, el bandolero, la jinetera, tu hijo, tu sobrino, tu vecino. Puede que la culpa de tu ceguera y cobardía la tengan tus padres, ellos formaron parte de la generación sobre la que descansa la mayor responsabilidad sobre lo sucedido en Cuba.

 

No eres el falso soldadito que marcha y ensaya para agredirme con un palo o cabilla. Tampoco eres el infeliz estudiante que desea terminar una carrera o el bandolero que vive en tu propia cuadra. No eres la jinetera hija del vecino, quizás tu nieta, quien se vio obligada a vender su cuerpo para alimentar a sus hijos, tus nietos. Tampoco eres el padre de ninguno de ellos, probablemente seas el abuelo. ¿Sabes una cosa? Es una lastima no hayas partido ya en ese viaje infinito que no tiene regreso. Perteneces a la generación mas dañina que ha parido nuestra tierra, el daño que has producido es incalculable, solo se necesita cruzar el umbral de tu puerta. ¿Qué ves, hijo de la gran puta? Y aun te empeñas en continuar repitiendo esa palabra hueca que se llama futuro. Perteneciste a la generación mas noble y generosa parida en nuestra tierra, posiblemente la más soñadora y laboriosa también, la que apostó toda su vida por lo que resultó ser una utopía. Pero aquel proyecto se desvió de su rumbo y lo sabes. Sabiéndolo, permitiste que te lavaran el cerebro y te sumaste a esa macabra maquinaria creada por gente como tú, destructora de hombres y sueños. No conformes con todo el daño producido en estos sesenta y dos años, te sumas y haces eco de los insaciables pedidos que te hacen tus amos. Inconformes con toda la destrucción experimentada en nuestra tierra, enarbolan esa hueca palabra ahora en boga, continuidad. Eres tan miserable y cobarde, que renunciaste a morir con un mínimo de dignidad. Continúas alimentando el odio, la destrucción, hambre, muertes y divisiones de familias para mantener a una pandilla de insaciables mafiosos que se han alimentado con nuestras penas y han vivido como millonarios. No es necesario preguntarte si estarás de acuerdo en que todos esos supuestos personajes atrapados en estas líneas me ataquen con palos y cabillas, tú eres uno de sus entrenadores. Es una verdadera pena que aun continúes vivo y se les niegue a todos nuestros nietos el derecho a elegir sus vidas. Al resto, los que se prestan a participar en esas acciones cobardes en contra de pacíficos ciudadanos, solo me queda hacerlos una pregunta; ¿Qué defiendes tú, cubano?

 

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá

2021-10-26

 

 

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jueves, 21 de octubre de 2021

MEMORIAS DE “BOLLO MANSO” (10) FIESTA DE CUMPLEAÑOS

 

MEMORIAS DE “BOLLO MANSO” (10)

FIESTA DE CUMPLEAÑOS




 

No debe ser muy común, al menos no he visto caso similar en el mundo, bueno, creo que el gordito coreano es una copia fiel del nuestro. Quiero decir, ningún gobernante del mundo civilizado está pendiente o da un discurso para explicar cómo se repartirá la cerveza, cuántos blúmeres de mujer se ofertarán por la libreta, cuántas vacas se inseminarán con la leche del toro Rosafé y otras tantas locuras que le llegaban en sueños, luego convertidas en pesadillas para nosotros. Así era el tipo que hoy reposa dentro de un meteorito en Santiago de Cuba.


En la isla todo está racionado menos el aire que se respira, hasta la felicidad, casi inexistente y sin cupones en la libreta. Así un día, racionaron todos los artículos que normalmente se ofertan en una fiesta, poco importa si es de bodas o cumpleaños. Hablo de un tiempo donde sobrevivían momentos para festejar algo y ya saben ustedes de la disposición de los cubanos para asistir a ellas. Creo haya sido el único evento donde fuera puntual y no se reportaran ausencias.


Esas fiestas no tenían desperdicio y cumplían muchas funciones sociales, la primera de ellas era matarse el hambre. Aunque se presentaran vistiendo los mejores trapos, si virabas al revés a la mayoría de los asistentes, es probable que solo encontraras el menudo para tomar la guagua. Y del estómago no les cuento, mucho más vacíos que sus bolsillos y acompañados de esa hambre crónica que ya ha cumplido sesenta y dos años, insaciable. Situación que exige de una tremenda responsabilidad al que organiza una fiesta, y bueno, como pago todos sabían que al final la mayoría de esa gente partiría hablando mal o cortando levas.


La otra función de una fiesta era utilizarla como pasarela para desfilar con los mejores trapos encontrados en el escaparate. Alardear, especular, dar una imagen falsa de tu estatus social, provocar envidia o admiración entre los conocidos, demostrar conocimientos del último grito de la moda, marcas de tenis, etc. Bueno, esta costumbre fue variando con el tiempo, se usó también preciarse de tener un pariente en la yuma, ¡claro!, después que fuera autorizado por el tipo del meteorito.


Otra de las funciones importantes de una fiesta, era brindar la posibilidad a sus asistentes de ese momento oportuno y esperado para mover el culito o hacer demostración del dominio que se tenía de los bailes en boga. Mientras sonaba la música a todos los decibeles soportados por el oído humano y apretados en estrechas salitas, los patones se dedicaban a cortar levas desde sus asientos haciendo gala de esa envidia tan tóxica y folclórica que llevamos en la sangre. Todo esto resultaba algo muy complejo para el anfitrión y exigía de sacrificios superlativos. No olvidemos que durante muchísimos años el gobierno de Bollo Manso no vendió equipos de música, lo que obligaba a esta noble persona a un gasto extraordinario para alquilar un equipo cuando sus amistades no lo poseían, y por supuesto, había que llenarle también el estómago a su operador y saciarle su sed eterna.


Tú invitabas a una persona al cumpleaños de tu niño y debías estar preparado para todo tipo de sorpresa. Esa persona se tomaba el derecho o consideraba que era un privilegio asistir con la madre, suegra, cuñados, hijas con sus novios, hermanos y hasta vecinos. O sea, debes hacer cálculos astronómicos a la hora de preparar las “cajitas de cumpleaños” que tanta popularidad ganaron entre los cubanos. Cajitas que bien merecen una pausa y que deben alcanzar para todos los invitados, considerando también las que se llevaban para sus casas, derecho inalienable de todo aquel que fuera privilegiado con una invitación.


Llenar una cajita puede resultar fácil en muchas partes del mundo, no así en un país donde siempre ha sido escasa la comida. Se requería ser algo mago, tener plata y muchos contactos en el giro gastronómico, una verdadera odisea reunir esos requerimientos, pero obligatorias si se deseaba organizar una fiesta. El contenido de las cajitas hablaba mucho de los anfitriones y sus posibilidades. Un trocito de cake, una croquetica de ave (averigua de que es), ensalada fría confeccionada de coditos con lo que apareciera y un trocito de huevo hervido, pudieron ser las mas comunes de aquellos tiempos y se amontonaban encima de una mesa imitando a un edificio de varios pisos que, desaparecía al rato de darse el disparo de arrancada. Unos la consumían con ese desespero que impone una ayuna involuntaria, otros lo hacían con buenos modales, como dando ejemplo de buena educación y reprimiendo la misma ansiedad del anterior, y los mas recatados la guardaban para comerlas en sus casas si las tripas se lo permitían. ¡Pobre del anfitrión al que no les alcanzara las cajitas! Esa ofensa nunca le seria perdonada y podía provocar la ruptura de una que otra vieja amistad.


Descifrar profundamente lo que significa una fiesta y sus impactos en la sociedad cubana, requiere la asistencia de científicos, psicólogos, politólogos, historiadores, sociólogos y cuanto entendido haya sido graduado en una universidad de prestigio, yo creo que Freud se quedaría corto en estos tiempos. Bueno, se supone que la fiesta a la que me refiero sea infantil, solo que en la isla no se distinguen diferencias de edades, eso puede tratarse de una discriminación, no es aceptable. Contratabas magos o payasos cuando lo había y permitía el bolsillo, pero estabas obligado a una buena reserva de ron o cervezas para los mayores, los que verdaderamente disfrutaban el cumpleaños y finalmente se adueñaban de ella.


Les cuento que todas estas “virtudes” quedaron tan arraigadas en el comportamiento de los cubanos que, una pila de años después, organicé uno que otro encuentro con amigos marinos en Miami, y que les cuento. Resulta que invité a tres o cuatro cubanos conocidos que no habían sido marinos y al final resultaron mas numerosos por las razones ya explicadas, nada había cambiado para ellos. ¡Ah! De paso rompieron las normas de conducta existentes en esta orilla, se aparecieron con las manos vacías y el mismo apetito que reina en la isla.


¿Las fotos? Recuerdo que el tipo del meteorito que hoy reposa en Santiago de Cuba solo las ofrecía para bodas, ninguna para cumpleaños o bautizos. Otro gasto adicional para el anfitrión, quien debía contratar a un fotógrafo clandestino. Individuo luchador que producía fotos de mala calidad al no poseer los buenos materiales del que disponían los que trabajaban para el estado. ¡Ojo! El fotógrafo también tenía derecho a su cajita y posiblemente a las de sus parientes (ausentes o presentes), bebida incluida.


“El escenario para las fotos”, me detengo a observar las tomadas en los cumples de mis hijos y las de algunos amigos. Una mesa vestida quizás por única vez con un mantel casi siempre blanco, un pastel en el centro de la mesa y varias botellas de refresco marca “Son” convoyando al pastel, coño, tan feas que eran esas botellas. Detrás de la mesa el niño festejado acompañado de sus amiguitos o primos, cero velitas y globos. ¡Otra pausa! No recuerdo en que año desaparecieron las velas, tuvo que ser con el criminal bloqueo norteamericano impuesto a principios de los sesenta. Lo mismo pienso de los globos, aunque en este caso las razones muy bien pudieron ser diferentes, digamos que políticas, pensemos que, inflando unos cien o doscientos globos, cualquier cubano puede escapar de la isla con la ayuda de la brisa terral. Tampoco fue un obstáculo que privara a los cubanos de adornar la casa o el cake con los entrañables globos, ya conocen ustedes del poder creativo que posee cada descendiente de Pepe Antonio. Así un día, yo mismo no pude escapar a la terrible influencia de los tiempos que corrían, mi chamaco era muy pequeño y no podrá recordar aquella fiestecita.


¡Tienen que haber globos en el cumpleaños de mi hijo! Me prometí y lo cumplí. Fui hasta la farmacia y compré varios condones, no recuerdo la cantidad. En casa se encargaron de darle un aspecto artístico, cultural e infantil, les pintaron varios dibujos una vez inflados con mercuro cromo y azul de metileno, quedaron bellos. Una vez terminada la fiestecita mis hermanos decidieron soltarlos desde el balcón y se produjo una inmediata algarabía entre los niños que jugaban en la calle.


—¡Globos! ¡Globos! ¡Globos! Comenzaron a gritar mientas corrían detrás de ellos.


—¡Cojones, estos no son globos, son condones! Gritó uno que no llegaba a los diez años, tal vez superaba los veinte por la mala alimentación reinante. ¡Quizás, no! Va y era un niño de verdad, ya saben ustedes como son los chamas criados en la calle en ese popular barrio de Luyanó.


—¡Cojones, que no son globos, son condones! Repitió otro y otro muertos de la risa.

 

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2021-10-21

 

 

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domingo, 17 de octubre de 2021

CUBA Y LOS IMPUESTOS ADUANALES LIBERADOS. SUS MENTIRAS

 

CUBA Y LOS IMPUESTOS ADUANALES LIBERADOS. SUS MENTIRAS





Cuba exonera de impuestos aduanales la importación de alimentos, medicinas y artículos de aseo personal. Sus trampas.

 

—Mi hermano, le envié un paquete a la vieja con medicamentos, alimentos y cositas para su aseo, y qué te cuento. Resulta que en el correo le cobraron casi el doble del precio de lo que contenía el paquete. Debes imaginar que ella solo recibe una miserable pensión y tuve que mandarle la plata para pagarlo. Hilda vive en Toronto y nos conocemos de Alamar. Hablamos con relativa frecuencia y siempre después de las cinco de la tarde que nos resulta gratis, también los sábados y domingos.

—¿Cómo así? No te creo, ¿no dijo el payaso puesto a dedos y su Primer Bufón Marrero que por la pandemia estarían libres de impuestos?

—Eso mismo pensé yo, pero no es así. Busca la información en Google para que veas que solo se trata de una trampa.

—¡Coño! Si hasta los mismos opositores dentro y fuera de la isla lo celebraron como una victoria resultante de las manifestaciones de Julio.

—No sé qué carajo habrán celebrado, bueno, del león un pelo, solo que ese león ya está calvo.

—Ya pasaré por Google buscando esa información y luego te comento. Nos despedimos sin lograr calmar su enojo, poco antes de hacerlo me dio una relacion completa del valor de los productos enviados a su madre, el precio pagado al correo de Canadá y lo que debió pagar su viejita para poder liberar el paquete en Cuba. ¡Claro! No hubo muchas dificultades porque la viejita, acostumbrada a todos los atropellos que se viven en Cuba, fue bien preparada. Cargó consigo el carnet de identidad, certificado de nacimiento, certificado de matrimonio, certificado de defunción de su esposo, fe de bautizo, cotización de las MTT, CDR, FMC, medalla XX Aniversario y antecedentes penales.

 

Pasados unos minutos busqué en Google información sobre el tema tratado con mi amiga y me dirigí a los sitios oficiales de la dictadura. Ya saben o deben imaginar, el papel sanitario Granma,  las letrinas Cuba Debate y Mesa Retonta, no quise continuar gastando mi tiempo en esas exquisiteces.

 

…La medida no abarca las operaciones por envíos ni los equipajes no acompañados, para lo cual se mantienen las normativas y tratamiento vigente…

 

No fue necesario continuar leyendo, este solo párrafo lo dice todo. No entiendo entonces el motivo de las celebraciones por parte de los nuestros -los que envían y los que reciben- los que se oponen al régimen, los que usaron las manifestaciones como arma para declarar una pírrica victoria contra la dictadura y, peor aún, las declaraciones de aquellos simpatizantes de esa dictadura dándole un carácter humano y solidario a este gesto realizado por la mafia que gobierna la isla.

¿Lo cierto? Si aun conservan una sola neurona viva en el cerebro, deténganse solo unos instantes a sacar cuentas y a analizar fríamente, aléjense unos cien metros de las calles por las que aun desfilan nuestros hermanos.

¡Okey! Liberaron de impuestos aduanales a esos productos como aparece reflejado por todos lados. ¿Quiénes han sido los beneficiados con esta medida? Bueno, antes de que busquen la respuesta adecuada, les sugiero que investiguen sobre los vuelos que se estaban realizando a la isla desde el exterior en esas fechas y actuales. ¿Cuántos son? ¿Cuántas personas estaban viajando a la isla? No incluyan en ese conteo a los turistas, seres extraterrestres que siempre han gozado de los privilegios vedados a los nacionales. ¿Ya tienen una idea aproximada de quienes han sido beneficiados con esta, tan supuestamente humanitaria medida? Vamos, no es tan difícil llegar a la conclusión de que no es del león ni un solo pendejo. Todo ha sido una trampa, fraude, mentira, una grandísima hijaputada muy bien pensada.

Casi nadie ha estado viajando a la isla y solo quedaban dos opciones para hacerles llegar la ayuda tan necesaria a nuestras familias, los servicios de correos y las agencias que envían paquetes por barcos a la isla. ESTOS NO FUERON LIBERADOS DE LOS IMPUESTOS LEONINOS QUE SE PAGAN DE POR VIDA.

No hubo tal victoria del pueblo y menos de sus opositores. En primer lugar, el pueblo no pidió comida en sus manifestaciones, decenas de videos sirven de testimonios donde se escucha claramente la palabra “LIBERTAD” y “DIAZ CANEL, SINGAO”.

Nada ha cambiado, los precios cobrados en los correos por artículos de primera necesidad son criminales. También da la casualidad de que casi todas esas agencias de Miami y otros países dedicadas al trapicheo de pasaportes, visas, envíos de paquetes, remesas, charteo de aviones, etc., son sucursales del régimen cubano en el exterior. Todas actúan libremente e imponen sus estilos, muy coincidentes con los del régimen, bajo la mirada indiferente de un exilio chantajeado por la situación de su familia y la complacencia de un pueblo que solo espera la llegada del paquete, la recarga y la mesada. ¡Dejémonos de cuentos y llamemos a las cosas por su nombre!

 

—¡Asere, imagínate tú! Nos tienen agarrados por los cojones, esos hijoputas tienen secuestradas a nuestras familias. Por mucho que insistan políticos y politiqueros, nadie está dispuesto a permitir que su madre o cualquier pariente se muera de hambre o sufra la falta de medicamentos. ¿A nombre de quién? ¡Asere, no me vengan con el nombre de la Patria! ¡Mi madre por encima de ella! ¿Sabes una cosa? Nadie tiene una remota idea de cuando terminará esta pesadilla, y desgraciadamente, el punto final nunca lo pondrá la gente que vive en el exilio, eso depende del que se encuentra adentro. Me dijo Carlos, un socio que hace decenas de años vive en Montreal durante una larga conversación sobre el tema.

 

“El Banco pierde y se ríe”

 

Ya imagino a esa tropa de hijos de putas riendo cuando proclamaron esa estúpida medida, festejada sin razón porque no deja de ser una trampa.

 

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá

2021-10-17

 

 

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Síntesis biográfica del autor

CRONOLOGÍA DE UNA AVENTURA

                               CRONOLOGÍA DE UNA AVENTURA La vida para mí nunca ha dejado de ser una aventura, una extensa ...