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martes, 12 de enero de 2021

EL PÁJARO SE CONOCE POR LA CAGADA.

 

EL PÁJARO SE CONOCE POR LA CAGADA.

 



Impactante y traumático han sido los últimos acontecimientos ocurridos en los Estados Unidos. No creo sea sencillo superar esto que resulta inaudito ante el mundo, acciones propias de las peores repúblicas bananeras en el universo. Todo muy bien planificado, medido, distribuido por estados, controlado, fabricado con los mejores bisturíes de las mafias mas expertas. En pocos días ha salido a la luz lo que se venia construyendo desde hace varios años, no solo eso, aparecen por primera vez una extensa lista de traidores a su partido, al presidente y a los EU. No voy a detenerme en argumentos tan extensos que son de conocimiento público y que muchos se niegan a reconocer.


No sé si a ustedes les ha sucedido lo mismo que a mí, esta experiencia se repite cada cuatro años o en momentos extraordinarios que estremezcan a EU. Hablemos de guerras, conflictos regionales, etc., pero por encima de todos ellos, se destacan los meses anteriores a cualquier elección presidencial. Es en este largo período de tiempo en que hacen su aparición todo tipo de aves migratorias, especies muy raras que huyendo de un país por razones conocidas y que casi siempre ocultan, mostrando sus exóticos plumajes y cantos, aprovechan para hacer uso de su derecho a la libertad de expresión y no pierden oportunidad en recordártelo.


Pájaros llegan a esta gala internacional y lo hacen desde diferentes países donde se viven verdaderas crisis, y donde nunca, vale la pena señalarlo, se les ha escuchado el más tenue trinar. Algunos de plumajes verdaderamente bellos y un canto embriagador que marea al mas ingenuo caminante. Otros de plumas y cantos horrorosos, pero estos no deben tenerse en cuenta cuando cantan o ladran, sus poderes de persuasión son muy pobre.


Todos llegan en el mismo vuelo, como si hubieran sido espantados con un disparo efectuado por su eterno cazador. No sé si a ustedes les sucederá lo mismo que a mí, esto me recuerda a viejas batallas ideológicas, donde entre todas, se destacaba la de “confirmación revolucionaria” si deseabas mantener el puesto que poseías y no ser marcado con el temido estigma del “Indiferente”. Tal vez alguien se haga el tonto y no logre comprender, ¡vamos a ver!, es una escena parecida a la del film “El Hombre de Maisinicú” donde se escuchó ordenar ¡Pínchalo!... Y lo pinchó.


Sucede algo similar con estos pájaros, la mayoría de ellos, como ya manifesté, viviendo en países que experimentan crisis gravísimas, donde nunca se les ha escuchado manifestarse contra ninguna de las barbaridades que allí se cometen a diario, vienen a este hemisferio a cantarnos. ¡Oh! Hay que escucharlos hablar sobre lo que sucede actualmente en los Estados Unidos. No precisamente lo que le sucede o sucederá al país, el objetivo principal de sus cantos va en contra de la figura de Donald Trump. A ellos no les interesa lo que hagan Sánchez e Iglesias en España, Macron en Francia, Trudeau en Canadá, Putin en Rusia, menos aun Diaz Canel, el elegido a dedo en Cuba. Solo Trump.


Ellos, algunos disfrazados detrás de una retórica muy bien hilvanada, nos explican, como si fuéramos tontos, la inexistencia del mencionado pantano, teorías de la conspiración, el nuevo orden mundial, el fraude electoral, los delitos cometidos por los Clinton, Biden, Obamas, Soro, Pelosi y toda esa camarilla que forman el estado profundo en los EU. Nada de eso existe según estos pájaros, solo el demonio representado en la imagen de Donald Trump. ¡Oh! Se me olvidaba un detalle muy importante, todos han atacado al presidente elegido por los norteamericanos, sin embargo, no han manifestado abiertamente su apoyo a Biden. ¡Qué raro!


Es extraño y a la vez interesante, ver como suceden una y otra vez estas invasiones de pájaros migrantes cada cuatro años. Luego, pasan nuevamente a retiro espiritual, ya pagaron la cuota exigida por sus amos para continuar viajando a la isla, mantener una que otra propiedad, disfrutar uno que otro privilegio y acostarse con alguna jovencita.


Como en Canadá, dentro de la isla existen especies autóctonas que nunca emigran y desde allá se suman a esta comparsa. Yo sinceramente no sé de qué coño puedan hablar, cuando el escenario desde donde lo hacen es verdaderamente aterrador. Estos tontos en bicicleta, opinan y opinan, sin saber a ciencia cierta de lo que hablan. Alardean de poseer hoy información con acceso al mundo cuando no es cierto. Miles de páginas están bloqueadas en Cuba y solo pueden acceder a las que el gobierno les permita. Es que aun si la comunicación fuera libre, hoy por hoy, no se puede confiar en ningún medio de prensa escrito, virtual, televisivo, radial, etc. El 99% de todos esos medios han sido envenenados con dinero de la izquierda radical y mienten desde que salen al aire. ¿De qué hablan estos comemierdas profesionales?


Como quiera que sea, cada una de esas bandadas y pájaros que las componen, se conocen por sus cagadas. Podrán engañar a cualquier inexperto cazador, pero a ningún viejo acostumbrado a derribarlos con tirapiedras. ¡Afinen la puntería con estos cabrones! ¡Oh! Y al que le sirva de sayón que se lo ponga.

 

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2021-01-12

 

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miércoles, 6 de enero de 2021

MIS ÚLTIMOS REYES MAGOS

 

MIS ÚLTIMOS REYES MAGOS

 



Puede que mis memorias excedan los límites de mi existencia, podrán pensar muchos y me obligan a un regreso forzado. Hilvano con cautela cada hoja arrancada a aquellos viejos almanaques, hago pausas, respiro y suspiro, me asusto ante el próximo salto. Brinco con violencia hacia un pasado molesto y doloroso no ajeno de encantos. Barricadas se posan en mi camino mientras viajo hacia el futuro, falso, traicionero, siempre prometedor.

Hoy es el día de Los Reyes Magos y acuden a mi mente, que dentro de poco será infantil nuevamente, aquellos mágicos personajes que no siempre se detenían en las puertas de nuestras casas. Luego, sin pasto que brindarles a sus camellos, decidieron abandonarnos para siempre o los deportaron de nuestra tierra. Entonces, la mente, tan caprichosa como siempre, inquieta y exigente con algunos de nosotros, se encarga de desvelarnos y nos obliga a pensar. Voy hilvanando hojas de viejos almanaques y me empeño en encontrar alguna señal de aquellos camellos que una vez me hicieron soñar. Encuentro que mis memorias se encuentran en los límites de mi existencia.

Regreso por el mismo camino de Belén y voy a refugiarme en un pobre cuartucho de un barrio muy humilde de La Habana. Puede que El Moro sea la guarida perfecta para tantos desposeídos, fue ese pedacito bien triste de Mantilla donde vivimos en perfecta armonía blancos y negros, unidos por esa marca inconfundible que te distingue de todo lo que te rodea, la pobreza. En esas crudas condiciones la gente olvida el color de la piel y vive en armonía con sus dolores. Luego vinieron a mencionar unas palabras poco escuchadas o consumidas por nuestros oídos, racismo, discriminación, odio, piola y otras barbaridades desconocidas por nosotros.

Aquellos Reyes Magos eran muy selectivos, yo tampoco sabía escribir y nadie les envió una carta por mí o mis hermanos. Tampoco tocaban en casa de Chepa, nunca preguntamos por aquel desinterés de ellos por nosotros, puede que nos hayamos portado mal durante ese año. Otros primos que vivían en la misma cuadra, que no lo era tampoco y carecía de nombre, no era calle como tal, era de tierra, una extensión del Callejón de Lucero que nacía frente al cine Chic. Bueno, aquellos primos siempre fueron muy afortunados, no hubo año en el cual los Reyes Magos dejaran de visitarlos.

Mi primita Isabel está muy malita y debe acordarse de esto que hoy la memoria me trae caprichosamente al teclado. Aquellos Reyes o sus camellos solo se detenían en la casa de Alberto y Lidia, después pasaban por la de Manolo y Georgina, dejaban sus cargamentos de juguetes y continuaban su recorrido por el barrio.

Esa mañana del 6 de Enero salíamos de nuestro cuartucho a disfrutar con nuestros primos su buena suerte y jugábamos con sus juguetes. Nunca nos preguntamos las razones por las que no se detuvieron en lo que aparentaba ser nuestro hogar, nunca los envidiamos, nunca los odiamos por su buena suerte. Es que los niños no apelan a esos sentimientos si no son conducidos por los mayores, y mi madre, muy pobre ella, era rica de buenos sentimientos.

Recuerdo que una vez, los Reyes Magos se detuvieron en Casa del negro Juan, policía de Batista y padrino de mi hermano Ernesto. allí le dejaron a mi hermano varios juguetes que, luego mi madre se encargó de mantener castigados en un cajón con puertas que simulaba ser un escaparate. “Si no hay juguetes para todos, no puede haberlos para uno”, dijo ella y unos años después aquellas pistolas no habían cumplido su condena. No lloramos, no protestamos, no odiamos, nunca maldecimos lo que podía ser nuestra mala suerte. Éramos niños y nuestra madre no nos enseñó nada de esos sentimientos tan negativos o poco infantiles.

Nuestra suerte empeoró y aquella situación me condujo a la Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana. Pudo ser un golpe de suerte el que cambiara el curso de mi vida, nacía a partir de esos instantes los años mas felices de mi infancia. Los Reyes Magos visitaban cada año nuestra escuela y podíamos elegir los juguetes de nuestros gustos. Los mayores les escribían sus carticas y aquellos Reyes siempre los complacían. Nunca se me ocurrió preguntarles por su abandono u olvido cuando yo vivía en El Moro, era muy feliz y no conocía el dolor. Cada 6 de Enero nos visitaban con una exactitud sagrada, allí estaban sobre el improvisado escenario hablando con nosotros, haciéndonos soñar todas esas fantasías propias a la mente de cualquier niño. Los recuerdo perfectamente vistiendo aquellos extravagantes atuendos y luciendo sus barbas que hoy se me antojan postizas, muy naturales entonces. Tres Reyes, dos de ellos blancos y uno negro, solo ellos en el escenario, tampoco pregunté donde habían dejado sus camellos. Esos fueron los días mas felices que me regaló aquella escuela de mi infancia, bueno, también haber contado con decenas de hermanos que eran huérfanos.

La felicidad nunca es eterna, siempre es perseguida y castigada cuando pretende imponerse entre los vivos. Así un día, exactamente el 6 de Enero de 1959, aquellos tres Reyes Magos fueron sustituidos por tres barbudos vestidos con uniformes verde olivo portando un brazalete rojinegro en sus antebrazos izquierdos. Nos hablaron en un lenguaje desconocido donde se imponían consignas jamás escuchadas y palabras que sembraban odios en nuestras mentes. Creo fueran el último Día de Los Reyes Magos disfrutado en mi infancia. Resultó volátil o efímero la celebración de ese día en mi vida y lo recuerdo con rancia nostalgia. En 1960 nos trasladaron a la sede de lo que fuera una magnífica escuela en Ceiba del Agua, me refiero al Instituto Cívico Militar. El nombre de aquella institución y de nuestra escuela cambiaria a “Ciudad Hogar Granma”. No solo cambió el nombre, comenzó a transformarse el sentido de nuestras vidas.

No recuerdo día de Los Reyes en 1961, menos aun en 1962 cuando me trasladaron para el “Plan de Becas Revolucionario”. Los Reyes habían sido fusilados en La Cabaña, eso pienso ahora de viejo obligado por este regreso involuntario antes de convertirme en niño nuevamente. En 1963 había abandonado aquel Plan de Becas y vivía nuevamente con mi madre en el Reparto Párraga. Mi padrastro logró colarme en un plan de aprendices en el taller donde trabajaba y que pertenecía a la Empresa de Transporte por Carretera. exigían 16 años de edad y por no existir un carnet de identidad nacional, pude burlar todas las reglas establecidas. Trabajaba cuatro horas y estudiaba secundaria las otras cuatro, al final del mes nos pagaban $30.00 pesos, una fortuna para esos tiempos.

En 1961 nace un hermano fruto de la relación de mi madre con mi padrastro, Pedrito. ¿Qué les cuento? Pues voy a tratar de refrescarles la memoria a miles o millones de cubanos con hernias mentales. En 1963 y encontrándome trabajando, conservando todavía mi mentalidad infantil a la edad de 13 años, imponen la venta de juguetes hasta esa edad con la presentación de una tarjeta, no estoy hablando de la libreta de racionamiento próxima a implantarse de por vida. Yo tenia derecho a comprar juguetes y soñaba con un juego de ajedrez. Tampoco sé con cuál vecino de la cuadra lo jugaría, solo recuerdo que había aprendido a mover las fichas en la Beneficencia y me apasionaba. Para desgracia mía y atentando contra mis últimos rasgos de niño, mi madre me solicita que le cediera mis juguetes al último vástago de nuestra familia y accedí a complacerla. allí mismo fueron fusilados Melchor, Gaspar y Baltazar por orden de mi madre.

Después fue mucho peor cuando nacieron mis hijos, todos deben recordar aquellas molestas y casi infecciosas palabras, “Básico”, “No Básico” y “Dirigido” que destinaron a los Reyes de nuestros hijos fuera de fechas. Días, semanas, horas de colas para poder alcanzar un juguete con un mínimo de vergüenza. Madres solteras sin entradas económicas vendiendo el derecho a la compra de uno de esos juguetes para poder comprarle los restantes a los demás hijos. Hasta que todo se fue a la mierda y sepultaron los sueños infantiles con todas sus fantasías. Hasta que pusieron a nuestros hijos a gritar que querían ser como un asmático asesino, quien, para más desgracia, ni cubano era. Hasta que muchos logramos escapar de aquella maldita pesadilla y logramos regalarles a nuestros nietos la posibilidad de soñar y vivir las fantasías que nosotros mismos, con nuestras rabias y odios, con nuestros miedos, no les regalamos a nuestros hijos el 6 de Enero.

 


Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2021-01-06

 

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sábado, 2 de enero de 2021

MEMORIAS DE BOLLO MANSO (7) “A SOLAS CONTIGO”

 


MEMORIAS DE BOLLO MANSO (7)

“A SOLAS CONTIGO”

 



♫… Una melodía nace de lo hondo de mi corazón, hecha con mi música que es, un poco triste como yo. ♪

Pero déjame advertirte, que si me ves llorar,

no es de infelicidad, es que me emocionas tú…♫

 

¿Te acuerdas? ¡No vires el rostro! ¡Yo sé que no lo has olvidado, miserable! No sé qué haces escribiendo o protestando contra esos muchachos que no te han hecho daño. Todo lo contrario, pienso que se pusieron los pantalones que siempre te faltaron. ¡Viejo chivato! ¿Qué defiendes aun?

¿Recuerdas cuando nos prohibieron escuchar música extranjera? Éramos tan jóvenes como esos que hoy defienden con sus estilos, muy diferentes al nuestro, esos derechos que nos fueron negados. ¡Que tiempos aquellos! Debíamos escuchar lo que ellos quisieran como si fueran dueños de nuestros gustos y oídos. Veo que tienes muy mala memoria o te la borraron como a otros tantos, no te conozco. ¿No lo recuerdas? Nos escondíamos para sintonizar emisoras yumas como si fuéramos terroristas, total, para consumir canciones en una lengua que nunca entendimos. Luego hablábamos bajito, como si se tratara de una conspiración, y hasta nos sentíamos mas valientes por burlar lo que nos habían impuesto, lo que estaba prohibido. Así pensamos cuando éramos jóvenes y lo mismo les sucede a los de hoy, no me explico como te prestas para reprimirlos.

¡Que tiempos aquellos! Bueno, bueno, no todos los extranjeros estuvieron prohibidos, ni los nacionales que vivían en la otra orilla, existieron excepciones o privilegios. ¡Mira, tu! Los cinco latinos estaban autorizados, tal vez porque vivían en la tierra del asmático asesino. También Gardel, quien siempre nos dijo que 20 años no eran nada, sería en Argentina, porque ya ves como van las cosas, acá se multiplicaron por tres y seguimos sin esperanzas. ¡Mira que obligarnos a escuchar mexicanadas! ¡Nada mas y nada menos que a nosotros! La gente de Pancho Villa también estaba entre los autorizados. Si hubo un caso extremadamente curioso del que nunca he podido borrar mis dudas, Vicentico Valdés. Por qué él sí y Celia Cruz, ¿no? Por qué él sí y Ñico Membiela, Orlando Contreras, Blanca Rosa Gil, Olga Guillot y otros, ¿no? Esa revolución es algo misteriosa, ¿no crees? Ahí estaba Vicentico todos los días al mediodía colgándole los aretes a la luna, ¿y nosotros? ¡Coño, Paco, que mala memoria tienes!

Para aumentar nuestra hambre por lo prohibido, nos pusieron a bailar diariamente mozambique con Pello el Afrokán. Muy bueno para los carnavales, ¡pero no jodas!, no se prestaba para apretar con una chamaca, se bailaba separado. ¡Ohhhhh! Como le aparecieron competidores, ¿no los recuerdas? ¡Coño, Paco! El ritmo Pa'Ca, el Pilón y para empeorar un poquito más nuestra dramática  situación, autorizaron a Pérez Prado con el molesto martilleo de aquel ritmo insoportable del Dengue. ¡Que tiempos aquellos para la juventud de Bollo Manso, Paco!

Ahí estábamos nosotros viajando en las guaguas con los discos de Paul Anka metidos en un estuche de Benny More. ¿No lo recuerdas, cabrón? No sé como te prestas a reprimir a los jóvenes de ahora. Me vienen a la mente todos aquellos chamas que recogían en plena Rampa y les cortaban sus melenas, esos fueron los que corrieron mejor suerte. ¡Acuérdate de los que metieron de cabeza en las UMAP! Solo por cometer esos estúpidos delitos de andar melenudos y amar a la música extranjera.

Los otros días falleció Farah María y con su partida despertó estos viejos recuerdos. ¡Bella La Gacela! Me encantaba esa embajadora del mestizaje cubano. ¡Haz memoria, cabrón! Era el único producto nacional que consumíamos con gusto, allí estábamos pegados a la radio a las diez de la noche esperando el programa “A solas contigo”. Era una válvula de escape para los chamas de esa trágica época, donde el romanticismo que penetraba en nuestros oídos, nos rescataba de toda esa vida chabacana que nos imponían nuestros padres y abuelos, lo mismo que tratas de hacer hoy con nuestros fiñes.

¡Que triste es la vida en Bollo Manso! A veces me avergüenzo, por gente como tú, haber nacido allí. Tierra donde aun sobreviven viejos cargados de odios que, se resisten a reconocer que lo han destruido todo y fracasaron. Viejos de mierda que se niegan a entregar el destino de esa tierra a quienes nos sobrevivirán. Viejos que deberían vivir el resto de su escasa existencia avergonzados por el legado dejado a nuestros hijos y nietos. Viejos de porquería a los que negaron una vez escuchar música extranjera, consumir literatura del exterior, practicar cualquier tipo de religión, comunicarse con su familia en el extranjero. Viejos inmorales y miserables que reprimen a nuestros jóvenes para garantizar que una reducida élite de herederos viva como reyes, mientras a nuestros niños le suspenden la leche fresca a los siete años.

 

♫… Una melodía nace de lo hondo de mi corazón, hecha con mi música que es, un poco triste como yo. ♪

Pero déjame advertirte, que si me ves llorar,

no es de infelicidad, es que me emocionas tú…♫

 

Gracias a Los Memes, Elena Burke, Los Zafiros y todos aquellos artistas cubanos que, nos ayudaron a sobrevivir las tristes pesadillas de nuestra juventud.

 



 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2021-01-02

 

 

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Síntesis biográfica del autor

CRONOLOGÍA DE UNA AVENTURA

                               CRONOLOGÍA DE UNA AVENTURA La vida para mí nunca ha dejado de ser una aventura, una extensa ...