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miércoles, 27 de noviembre de 2019

CARA A CARA CON ALINA FERNÁNDEZ REVUELTA


CARA A CARA CON ALINA FERNÁNDEZ REVUELTA

LA HIJA REBELDE DE FIDEL CASTRO







ALINA, LA HIJA REBELDE DE FIDEL CASTRO

Un comentario a su libro.

Hace solo unos días cayó en mis manos accidentalmente el libro de Alina, dicen que en él se narran todas sus memorias. Para haber nacido en el año 1957 posee una memoria prodigiosa, creo yo. No digo esto con el afán de atacarla, tampoco me siento capacitado para hacerle una crítica de carácter literario. Razón por la que aclaro antes de comenzar, esto es solamente un comentario. El de un simple lector al que afortunadamente o no, le tocó la desventura de vivir toda esa etapa narrada.

Para hablar del libro en sí comenzaría por su primera parte, no puedo negar que mi primera reacción fue la del rechazo. Choco de frente con un lenguaje conocido solamente por aquellas polillas que, hayan dedicado unos minutos de su vida a esa apasionante actividad de leer. Un lenguaje exquisito y pudiera decir, rescatado de las tumbas de Miguel de Carrión, Cirilo Villaverde e inclusive, hay pasajes tan deliciosos que se acercan a nuestra Avellaneda.

No es solamente el impacto por esa escritura, desconocida para cualquier cubano de nuestras generaciones que no se haya dedicado al estudio de la literatura. Lenguaje que nos traslada inevitablemente a las provincias españolas donde mejor se habla nuestro idioma. Hay que agregar también, el dominio casi exacto de los pasajes que se brindan de nuestra historia y más aún, la descripción casi perfecta de su árbol genealógico. Se retrocede en la historia de la familia, casi tanto como aquel escritor norteamericano autor de esa obra llamada "Raíces". Todo conjugado armoniosamente, nos pone ante la presencia de una autora experimentada y merece por ello cualquier reconocimiento por su trabajo. (Tal parece que no fuera escrito por ella)

Ya en la segunda parte del libro, me acerca un poco a la realidad o a la ficción que hemos vivido. Se disfruta de esa rica mezcla entre nuestro lenguaje criollo, hoy muy bien distorsionado e incluso en oportunidades incomprensible y aquel español que apenas se habla en las verbenas, paseos y bares. Ya para entonces, Alina aparece como figura principal del libro, la hija bastarda producto de un desliz materno que, cruzó su vida con la de un hombre sumamente famoso en el planeta, sobre todo, para aquellos amantes de las emociones fuertes y las extravagancias. Para los cubanos en general, el autor de tantos desmanes que han conducido a esa maravilla de isla llamada Cuba a niveles de miseria nunca vividos.

Casi nada nuevo nos ofrece Alina en su libro, solo algunos pequeños pasajes de sus relaciones íntimas con esa famosa familia. Intrigas que muy bien existieron en las cortes europeas, una Celia Sánchez casi santificada y principal obstáculo de su madre, quién sacrificara mucho más que algunos de los que hoy envejecen y mueren dulcemente, después de haber disfrutado una vida colmada de placeres como la del cualquier millonario.

La vida de Alina ha sido motivo de infinidad de controversias, en eso que hoy se empeñan en no querer llamar exilio. Unos porque conocen al dedillo la historia de su padre, otros, porque afirman haber conocido la vida de la autora. Como quiera que sea, no se puede negar la importancia de muchos de esos pasajes desconocidos, no solamente para aquellos que defienden al caudillo cubano. Es bueno para muchos de los que han nacido en generaciones posteriores, aquellos niños que una vez colgaron sus pañoletas de pioneros en sus cuellos, de la misma manera que colgaban también sus esperanzas.

Hay algunos pasajes muy significativos en esa turbulenta vida colmada de pasiones de Alina y las relaciones con su padre. Las expresiones de este ante la selección de su hija por la pareja, fue la misma que hubieran mantenido Reyes ante los caprichos de una Princesa enamorada de un plebeyo.  Preguntó un día el padre ante la noticia de que ella deseaba casarse con uno de los sirvientes de su corte, extraña esa posición para uno que no se ha cansado de promulgar la desaparición de las diferencias de clases. ¿Muerto de hambre? ¡Claro que muerto de hambre! Es imposible ocultar el desprecio que siempre ha sentido por la chusma, o sea, el pueblo.

 Cómo concebir y aceptar que una bastarda, aunque de alto linaje aparente, pueda mezclar su sangre con un idiota del pueblo, quien al final resultará ser un violador. No se escapa de los sobresaltos cuando salen a la luz todas estas cosas, el individuo resultaba ser un violador porque pretendía a la hija del Rey, de no ser así, estaría autorizado a continuar violando.

Esto me recuerda a las manifestaciones y actos de repudio que se les hicieron a muchas personas cuando la gran estampida del Mariel allá en la barriada de Santos Suárez. Le llenaron el portal de carteles a un policía que había presentado para abandonar el país y entre aquellos carteles, había uno que me llamó mucho la atención, decía así: "Carlitos nunca fue revolucionario". Creo fuera el único cartel al que le encontré algo importante, eso ocurrió a una cuadra de mi casa, el problema fue que Carlitos hasta esos momentos había sido miembro de la policía. En resumen, no se puede ocultar el desprecio que siente esa gente por aquellos a los que ellos mismos llevaron a límites de pobrezas desconocidos.

No aportó casi nada nuevo en su libro, las cosas en Cuba se saben por "Radio Bemba" y cuando ya es imposible de ocultar, el propio gobierno se ve obligado a divulgarlas. También nos enteramos por las indiscreciones de los hijitos de sus papás, quienes nos informan de todo lo relacionado a ese bendito mundo de ellos colmados de facilidades. Cambios de casas, regalos de autos, y esto no lo digo por el que le regalara Vilma Espín a su mamá, eso es poco. El mismísimo Abrahantes siendo Ministro del Interior, había regalado más de cien autos a amistades, subordinados destacados y a sus queridas. Con ellas se iba de paseo a Cancún en su yate con dinero recaudado en la droga o, sencillamente con dinero del pueblo.

Nada significativo para aquellos irracionales que no creen en la palabra de los cubanos, pero bueno, Alina es una cubana que es hija de ese líder conocido y adorado por mucha gente en el mundo, ahora ella engrosa la larga lista de los mentirosos en el exilio, una verdadera pena. No creo necesario gastar cuartillas para repetir lo mismo que aparece en ese libro, ella escapó de la isla de una manera que algunos consideran imposible, por mi parte le doy cierta credibilidad. Viajé durante muchos años y conocí cómo funcionaba la Aduana cubana, es aceptable su coartada. Una Aduana que nunca haya experimentado esa experiencia puede ser burlada, no olvidemos el Mariel, en esa oportunidad se introdujeron en la isla cualquier cantidad de dólares falsos, hoy debe ser algo casi imposible porque a partir de entonces adquirieron equipos para detectarlos. Lo mismo pudo ocurrir en el aeropuerto, a ningún aduanero se le hubiera ocurrido que cubano alguno pudiera utilizar ese ardid para escapar de la isla. Hoy y con aquella experiencia, imagino que sea casi imposible. Lo raro en todo este caso, lo fue, la facilidad brindada para la salida de su hija a las pocas semanas de su escapada. Pudo haber sido para evitar mayores repercusiones propagandísticas, eso lo sabe Alina y su padre, para nosotros saberlo debe escribir otro libro y desenterrar de nuevo ese lenguaje exquisito.


Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canadá
2001-03-11

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CARA A CARA CON ALINA FERNÁNDEZ REVUELTA

LA HIJA REBELDE DE FIDEL CASTRO












Esteban Casañas, Canadá, mayo 10 2008


El solo anuncio de la existencia de este encuentro por Internet y mis propósitos de escribir algo sobre ella, despertó la ira de algunos de sus detractores y simpatías de sus amigos. Razones suficientes para cambiar el sentido de mis propósitos iniciales que eran, solicitarle unas palabras para nuestros lectores. Me incliné por unas líneas dedicadas a ella, Alina, la mujer, la cubana, la hija rebelde de Fidel Castro.

Su presencia en Montreal había sido anunciada por la prensa, realizaría dos conferencias en el hotel Delta en el marco de las actividades que se realizan en el festival cultural Blue Metropolis. La primera sería en francés y la segunda en español, me incliné por nuestra lengua, pero me recomendaron la primera para observar las reacciones del público canadiense, le encontré lógica a esa proposición. Con exactitud cronométrica se dirigió a la butaca desde donde nos hablaría y la moderadora hizo su presentación. Rompió de esa manera nuestra mística informalidad horaria.

Quedamos frente a frente y disfrutaba de su rostro que me llegaba sin interrupción entre las personas que ocupaban la primera fila. Su maquillaje era discreto y para su edad, no había recibido la visita de aquellas arrugas que tanto torturan a las mujeres. Vestía informalmente y no se le puede criticar, es una actitud muy común entre las personas acompañadas por la fama. Su chaqueta blanca dotaba de elegancia al jean elegido para la ocasión y lograba un efecto maravilloso el contraste que ofrecía al rojo intenso de sus uñas.

La moderadora del encuentro hizo su presentación en medio de los disparos constantes de flashes, introducción formal y casi innecesaria, todo el mundo la conoce. Sobre las piernas de la presentadora descansaba el libro de Alina y un fajo de hojas escritas a mano. En la medida que avanzaba la conferencia, aquella mujer demostraba haber estudiado con pasión teológica cada rincón del libro y los resultados fueron fatales ante nuestros ojos, le robó con insistencia el escenario a nuestra compatriota. El francés de Alina era fluido y comprensible, no exento de los acentos de aquellos que no logran la perfección o, simplemente lo conservan guardados dentro de un baúl y solo lo utilizan en caso de emergencias como esta. Pudo comprenderse muy bien y cometió pocos errores.

Un comienzo desde la infancia que ya la propia Alina debe estar cansada de narrar, el inicio de las relaciones con su padre y sus decisiones por mantenerse al margen de su existencia por razones justificadas, el temor a ser controlada por los servicios de seguridad del progenitor.

La moderadora o la propia Alina se desmarcaron del libreto en algunos momentos y abordaron la situación actual del país. Creo haya sido la parte más interesante de la conferencia y que diera pie a la participación del público. Surgieron preguntas sobre los cambios que se están produciendo en la Isla, sus respuestas fueron convincentes y coinciden con la opinión de todo el exilio y pueblo cubano. No existe una transición hacia ningún lado, es una sucesión de poderes adornados con la liberación de algunos productos que nunca debieron estar prohibidos y que aun así, se encuentran fuera del alcance del cubano común donde el salario promedio es de unos US 17 dólares mensuales.

Como era de suponer y esperar, siempre apareció alguien con la oculta intención de manchar su presencia, pero la aceptación del público y sus habilidades para dominar la situación le evitaron contratiempos. La conferencia finalizó con una cerrada ovación, ella continuó en el salón compartiendo con ellos y firmando varios autógrafos.




-Alina, bienvenida a Canadá, yo soy Esteban, represento al periódico cubano La Nueva Prensa Libre. me presenté robándole unos segundos que dejaron libre.

-Muchas gracias, Esteban. ¡No te vayas! En unos minutos comparto contigo. Me dijo mientras estrechaba mi mano. Sabia de mi existencia, antes de su llegada llevé al hotel un ramo de rosas rojas con una nota mía y mi segundo libro autografiado.

Nos pidió que la acompañáramos hasta la habitación y luego hasta un pequeño saloncito de conferencias. Durante los recorridos comenzó a fluir ese intercambio de palabras exentas de protocolo, hubo esa pronta química que convierte a desconocidos en buenos amigos en solo unos minutos. Comencé a desinflar todo tipo de prejuicios que abrigaba mi mente y se espantaron temores. “Ella debe ser como todos los hijos de los famosos”, me repetía cada minuto antes de arribar al hotel. “Su agenda debe estar muy ocupada para que me dedique unos minutos”, pensaba con derrotismo. Nos sentamos y activé la pequeña grabadora, pero antes, y para desbaratar definitivamente cualquier tipo de barreras, le manifesté que no me interesaba escribir una entrevista.




Hablamos de varios temas actuales que nos afectan y coincidimos en todos nuestros puntos de vista. Evité cada instante en abordar la figura de su padre, aunque siempre resultó inevitable y cuando yo no hacía referencia a su existencia, era ella quien lo colocaba en el escenario. Es que resulta imposible hablar de Cuba sin mencionarlo, casi siempre aparecía como el fantasma responsable de nuestras desgracias y ella no mostró enojo alguno.

Imagino resulte molesto ese constante acoso que ejercen los medios y las personas sobre ella por el hecho de ser la hija de Castro. ¿Por qué desahogar en ella toda la carga de nuestros rencores? Si recorres toda la información que existe sobre su persona, las preguntas serán siempre las mismas, poco importan las latitudes donde se realizaron, esa es la condena que ella está purgando con mucha entereza y ecuanimidad. ¿Qué esperamos o le exigimos? Su labor es loable, muy bien pudo retirarse a ese mundo protegido por el anonimato, esa ha sido la actitud de miles menos importantes que ella. Sin embargo, cuando leemos todas sus declaraciones, Alina no deja de culpar a su padre y su régimen. ¿Qué más pudiera satisfacer a nuestros miedos?

-Alina, es indudable que tu padre fue amado y odiado por muchos hasta límites inconcebibles. Deja un inmenso legado donde por supuesto, muchos manipuladores, politólogos, extremistas y tus detractores, tratarán de adjudicarte como herencia por el solo hecho de ser su hija. ¿Hasta qué punto te resulta molesta esa identificación con él y la herencia de sus amigos y enemigos? Fue esa la única pregunta formal que le realicé.

-No creo que me moleste, ya me he acostumbrado a vivir con esa sobrecarga que no me corresponde. Estoy plenamente convencida de que todas esas manipulaciones tienen su origen en la Isla y son divulgadas por sus agentes en el exterior. Es una práctica muy común utilizada en contra de las personas que les molestan y yo no dejo de estar comprendida entre ellas. Sin embargo, trato de vivir como un ser normal y no le presto mucha atención a esos ataques. Es de imaginar que muchos seres se hacen eco de ellas y no se dan cuenta de que son hábilmente manipulados. En Miami ocurre con mucha frecuencia y en la medida que pasa el tiempo, el ser humano aprende cuando menos a convivir con ellas.

Durante la amistosa conversación sostenida con Alina, abordamos temas referentes a la comunidad cubana en Montreal y Miami. Analizamos las posiciones de los intelectuales cubanos en el reciente congreso de la UNEAC. Hablamos sobre la comunidad gay cubana en el exterior y el trabajo de su prima con los de la isla. Nos referimos al miedo latente dentro de todos nosotros y el policía que llevamos en nuestro interior. Fueron muchos y variados los temas, pero me inclino por escribir sobre ella. Alina es una persona sumamente sencilla, muy familiar en el trato, muy ajena a esas vanidades y empachos tan generalizados en personas famosas. Compartir con ella es muy agradable y te brinda la oportunidad de sentirte como un viejo amigo. Su amabilidad es una de las virtudes destacadas en esta mujer de hablar tierno y pausado. Aquella rebeldía de su juventud va cediendo paso a la sabiduría que imponen los años y la experiencia. Es capaz de dominar a su público con sus valiosos argumentos y ese carisma propio que la identifica y distingue. Para mí ha sido un altísimo honor este encuentro informal con ella y el impacto recibido durante este corto contacto, será uno de los más gratos que guardaré en el cofre de mis recuerdos.

-Alina, pudieras dedicarle unas palabras a nuestra comunidad cubana y latinoamericana de Montreal. El fin se acercaba y ella debía cumplir otro compromiso.

-¡Uyyy, dime tú! Bueno, espero que reciban un fuerte saludo y mis deseos de que algún día todos los cubanos puedan ir a disfrutar sus vacaciones a Cuba y que los de allá no encuentren trabas para pasar las suyas en este país y otros. Esa sería una de las manifestaciones de libertad que tanto necesitamos y que un día llegará, no podemos perder las esperanzas. A nuestros hermanos latinoamericanos llegue también ese abrazo fraternal y ojalá mis palabras sirvan como elixir para la unidad de nuestras comunidades y pueblos.

-Alina, ha sido un orgullo haber compartido contigo, te deseo mucha suerte y un feliz regreso a Miami. Nos estrechamos nuevamente las manos y la agregué en la lista de mis amigos.


Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canada.
2008-03-05


Y si tenéis por rey a un déspota, deberéis destronarlo, pero comprobad que el trono que erigiera en vuestro interior ha sido antes destruido. Jalil Gibrán.




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jueves, 21 de noviembre de 2019

MAGDALENA LA PELÚA


MAGDALENA LA PELÚA






Miami ha estado embarazada durante mucho tiempo de cómicas criaturas que luego de un parto sin dolor, vieron la luz y nos recrean frecuentemente por la radio y la televisión. Todas nacen gozando de buena salud y son mimadas por ese público que actúa como el padrino que vela constantemente por su ahijado. Esa relación de cariño casi maternal, mantiene buena armonía mientras la criatura crece y es capaz de satisfacer las demandas o caprichos de quienes la bautizaron.

Judith González es una muchacha cubana que llega en estado de gestación a la inquieta y coqueta ciudad de Miami, unos años después de incontables sacrificios y duro bregar, logra por fin parir a un tierno monstruo que desde sus primeros pasos nos alegra la vida. Todos nos identificamos con ella y la adoptamos como la hermana que una vez dejamos regada en el camino.

Magdalena la Pelúa es tierna, traviesa, incoherente, absurda, irreal, abstracta, inocente, amorosa, ingenuamente soez, infantilmente indecente. Su mundo es una parodia donde se confunden animales con personas, una extravagante metáfora de la vida de la que en apariencias todos formamos parte. Todas las dificultades encontradas por la cucaracha, el gallo, el caballo y cuanto animal forma parte de su fauna, no se elejan mucho a las sufridas por todos los cubanos y es precisamente ahí donde radica uno de sus méritos más destacados. No es política, pero cada una de sus intervenciones disfrazadas con humor del bueno, no dejan de llevar ese mensaje de dolor y desespero por los suyos.

Dijo ella que sus mejores maestros fueron Chaplin y Candita Quintana. Tal vez muy pocos le hayan manifestado que es una de las mejores alumnas de esos dos grandes. No todos poseen ese ángel capaz de transformar un grotesco monstruo en un hada que solo reparte felicidad con su varita mágica. Explota, como ese gigante del cine mudo, cada gesto, mirada, mímica, y sobre todo, la humildad del ser humano que en ocasiones vemos desaparecer entre las vanidades y egoísmos de nuestros tiempos. Judith remata su personaje con el criollismo de nuestra Candita, su originalidad y ese potencial caribeño para improvisar.

Magdalena nace oportunamente, lo hace cuando el arte de hacer reír se confunde con la vulgaridad. Atrapa a millones de seres en sus primeras apariciones, un personaje carente de todo atractivo físico se roba las pantallas. Una gorda pelúa, mal vestida y despeinada, nos recrea con sus fantasías por aquella tierra que una vez conocimos y dejamos. Nos reímos cuando ella quiere y lloramos con sus ojos, es ahí donde radica el valor de su arte. Nos convierte en sus cómplices, hermanos, animales, vecinos, y sin darnos cuenta llegamos a una sola conclusión, todos nacimos en Bollo Manso.

…"Hija tu has lo que te gusta hacer y cuando lo hagas, hazlo como si fuera la ultima vez y créetelo que si tu te lo crees ya lo habrás logrado"…

Fue un consejo que le dio su madre, sabias palabras de una humilde mujer y que ella nunca ha olvidado. Así lo hizo y lo ha logrado.

Esteban Casañas Lostal
Montreal, Canadá
2009-04-22


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domingo, 17 de noviembre de 2019

ASUNTOS GENERALES


ASUNTOS GENERALES




Imagino estar nuevamente allí, sentado en contra de mi voluntad, escuchar lo que continuamente debía consumir con esa oscura obligatoriedad y amenaza sorda. Cuento los días para la asamblea siguiente, se repartirán bonos para comprar televisores, quizás un refrigerador que nos alivie un poco la existencia y Juana pueda hacerle durofrío a los niños con guachipupa de fresa. El secretario está allí, sentado en la mesa que preside la reunión mensual, trimestral, semanal, anual, quién pudiera recordarlo, solo me acuerdo del himno nacional, tan cansado de que sea usado, como yo. Tan aburrido de escuchar las mismas cosas, los mismos planes, metas que solo se alcanzaban en la imaginación de aquellos que se encontraban frente a nosotros. Cifras y más cifras recorren los metros que me separan de la mesa, entran y vuelven a salir de mis oídos. En todos no ocurre lo mismo, entran y se quedan como cualquier virus de computadora, destruyendo las pocas neuronas que se encuentran atrincheradas, el estómago es cómplice de la voz.

Estoy esperando el punto donde siempre culmina la reunión, algunas veces es divertido, sobre todo, cuando reparten algo. Nos enteramos de cosas que no vienen al caso, no tienen relación con los planes de producción, ni con las metas comprometidas, ni con la emulación. A Juan le pegan los tarros, no participa activamente en los trabajos voluntarios, no hace guardia del comité, sus hijos se quedarán sin el refrigerador. Uno de los secretarios anota la asistencia, se sabe el santo y seña de todos los presentes. Otro, anota algo en su agenda, es roja, es una señal de que ha participado en algún congreso de esos, donde todos levantan mansamente la mano, sin saber por qué, sin medir las consecuencias de sus actos. Lo hacen por reflejo condicionado, esperan la hora del receso, allí le darán una suculenta merienda. Escribe sin parar, sin levantar la mirada, es probable que el caso de Juan sea analizado más adelante, en el seno del núcleo, Juan no es militante, nunca lo será por tarrú. Espero desesperadamente por “Asuntos Generales”, siempre esperé durante medio siglo, es largo el camino que nos queda para culminar la asamblea. Luego, habrá otro himno y cada uno partirá como enemigo hasta el siguiente día en que volvemos a ser compañeros.

Los tiempos han cambiado, tal vez sea la causa de mi desesperación. Dijeron que se podía hablar con “sinceridad”, así como así, de la noche a la mañana todo va cambiando y ya se puede hablar, eso dicen. ¿Qué hemos hecho entonces? Maullar mientras lamemos la mano de nuestro amo, nadie hablaba. ¡Hay que esperar! La mesa es la misma, un poco más destartalada. El escenario se encuentra falto de pintura y algunos cuadros han sido sustituidos, agregaron uno de un burro venezolano. Los secretarios no son los mismos, Manolo falleció de un infarto al miocardio, nadie habla de las posibles causas, no existe el estrés en la vida cotidiana, tampoco es preocupante comer con exceso de grasa, nadie se alarma, no la hay. Antonio se fue de la isla por el bombo de visas, tal vez se llevó su agenda roja llena de historia y la lea un día en cualquier programa televisivo de Miami. Quizás siga escribiendo datos interesantes sobre la gente que acude al café del Versailles, aquí no es prioridad conocer quién le pega los tarros a quién. Tal vez no, es probable que nunca pase por esa cafetería por temor a encontrarse con Juan, él sabe que aquel salió en balsa, no sabe si llegó a estas playas, pero lo persigue su fantasma. Margocita, ¡ohhh!, ¿cuántos la recordarán?, era simpática y muy activa, muy educada. Era la encargada de las actividades culturales y tenía tremendo poder a pesar de su juventud, el grupo de danza ensayaba en horas laborables y el administrador no podía decir nada. Dicen que se casó con un cubano americano, dejó embarcado al grupo de teatro, ahora tienen que trabajar toda la jornada, bueno, no tanto, hay que descontar el tiempo que se gasta en manifestaciones y asambleas como estas. Dice un socio que Margocita tiene un forito en Internet y que desde allí se descubre su militancia y nostalgia por sus tiempos de pionerita.

Llegan los que van a presidir la asamblea y ocupan los puestos que una vez pertenecieron a Manolo, Antonio, Margot y otro jabaíto del que no recuerdo su nombre. El secretario general acerca el micrófono y se produce un agudo silbido que retumba en nuestros oídos. Bebo sale disparado hacia el equipo de audio, bueno, lo hace a la velocidad que le permite la artritis y mueve un botón, el ruido desaparece. Su cabellera está nevada, y cuando a un negro le salen canas, dicen que tienen cien años. Es el único sobreviviente, bueno, él y el equipo de audio. Toc, toc, toc, se escucha por las viejas bocinas de corneta que tenemos a nuestras espaldas, dejamos lo que estamos haciendo y nuestras miradas se fijan en la mesa. Todos son jóvenes, pudieron haber nacido por el año ochenta o después, solo han visto esto. El secretario invita a ponernos de pie para escuchar las notas del himno nacional. Al combate corred, bayameeeeeses, que la Patria os contempla orgullooooosa…El himno está aburrido de escuchar las mismas cosas durante medio siglo, las mismas metas, los mismos planes, los mismos retos. Nadie de los presentes es de Bayamo, el país se encuentra destruido, pero no fue por causa de un incendio. Nadie corre a combatir, algunos piensan en remar, la Patria observa, piensa, espera, sufre, no hay razones para sentirse orgullosa.

Termina el himno y se sienta a descansar hasta el próximo acto, la próxima asamblea, la próxima reunión, la próxima concentración. Uno de los secretarios de turno lee el orden del día, nada ha cambiado, puede que sí, dicen que se puede hablar con sinceridad y valentía. Otro de los secretarios pasa lista visual de los presentes y anota algo sobre un papel, se conoce el santo y seña de todos los asistentes. El secretario que está sentado al lado derecho del secretario que preside la asamblea, abre una agenda roja, es muy probable que haya asistido a algún congreso de esos, donde todos levantan la mano por reflejo condicionado. Espero por el punto de “Asuntos Generales”, es la parte más divertida de cualquier reunión donde se reparte algo, ya nadie hablará sobre los tarros que le pegan a Juan, es algo tan natural, vivimos en una sociedad donde hombres y mujeres tienen los mismos derechos. Tengo tantos deseos de hablar, expresar lo que llevo acumulado desde hace casi medio siglo, manifestar lo que verdaderamente siento por todo lo que ha ocurrido, exponer mi opinión sobre los males que nos afectan, proponer soluciones para algunos de nuestros problemas, tengo tantas ganas de hablar. Mi vista se dirige a la mesa y recorre los rostros de quienes nos presiden, nada ha cambiado en este aspecto. El secretario general habla y habla sin parar, hace mención de logros que nunca hemos logrado, cita números y más números que entran y salen por todos los oídos, como el virus que destruye las memorias en las computadoras. Mi vista recorre con fingida ingenuidad a todos los presentes en busca de algo, todos saben por qué lo hacemos. Nada ha cambiado, hay gente que no pertenece a nuestro centro, que no vive en nuestra cuadra, que no pertenece a nuestra circunscripción. Gente con caras de segurosos, es fácil identificarlos, es como si pertenecieran a otra raza, poco importa el disfraz, la gente los conoce. Nace la incertidumbre, crece el temor, aumenta la desconfianza. El secretario que está sentado al lado derecho del secretario que preside la asamblea saca un bolígrafo del bolsillo de su guayabera, se dispone a escribir.

¡Asuntos generales! Anuncia la secretaria que está sentada al lado derecho del secretario que está sentado al lado derecho del secretario que preside la asamblea, alguien levanta la mano.

-Yo quisiera hacerle una crítica al compañero Alberto, nosotros comprendemos las condiciones actuales del transporte, pero debe hacer un esfuerzo para superar esas constantes llegadas tardes.

-¿Quién es el compañero Alberto? Preguntó el secretario de la agenda roja. Alberto levantó la mano y aquel escribió algo.

-Otro compañero que desee plantear algo. Invitó uno de los secretarios que pertenecía al equipo de secretarios que presidían aquella asamblea. Levanté la mano.

-¿Qué desea exponer, compañero? Preguntó la secretaria que estaba sentada al lado derecho de uno de los secretarios. Muy culta ella, era la responsable de todas las actividades culturales. Muy valiente, había logrado que el conjunto de danza formado entre los trabajadores del centro, ensayara en horas laborables. Sentí deseos de soltar todo lo que llevaba guardado durante casi medio siglo, pensaba hacerlo y lo tenía en la punta de la lengua, pero aquel instinto de protección que llevamos en nosotros, disparó una sorda alarma. Recorrí con la mirada a todos los presentes y volví a descubrir que nada había cambiado, nada justificaba la presencia de gente extraña. El secretario de la agendita roja no me preguntó el nombre, conocía el santo y seña de todos los presentes, escribió algo inmediatamente después de haberme levantado. ¿Y si pierdo el trabajo?, ¿y si pierdo el derecho a discutir la vivienda?, ¿cómo resuelvo el televisor?

-¿Qué desea exponer, compañero? Insistió aquella muchachita.

-Yo creo que el compañero Alberto puede hacer un pequeño sacrificio para superar esa falta que le señalaron, solo es necesario levantarse treinta minutos antes de lo acostumbrado y probar, él es un buen compañero. Sentí vergüenza de mí al sentarme, pero no iba a sacrificar el bienestar de mi familia por esas tontas ideas que corren por mi mente. Total, nadie dijo nada, nadie dice nada, nadie dirá nada, ¿por qué me tengo que suicidar? Poco se habló y todas las intervenciones se enfocaron en asuntos sin importancia. Se escuchó otro himno que una vez importaron y mantuvieron entre rejas por varios años. El secretario del centro unió su mano derecha con la izquierda del secretario que estaba a su derecha. Después, levantó la mano derecha del secretario que se encontraba a su izquierda. Cada secretario levantaba la mano del secretario que se encontraba a su lado hasta formar una armoniosa cadena. Yo sentí cuando alguien me levantó la mano izquierda y luego la derecha. Entonces, todos, comenzamos a corear las letras de un himno que habíamos importado y cuyas letras había olvidado. ¡Arriiiiiiiiiba, los pobres del mundo! ¡De pieeeeeeee, los esclavos sin pan! Decía al comienzo, mientras aquella cadena humana tan simpática, comenzaba a balancearse por reflejo condicionado.




Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2006-10-23

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sábado, 16 de noviembre de 2019

MEMORIAS DE BOLLO MANSO (3). RADIO CASUALIDAD


MEMORIAS DE BOLLO MANSO (3)

RADIO CASUALIDAD




Antes que nos castraran, hablo de muchos años atrás, nos prohibieron escuchar música extranjera. Muy pronto, sin que nadie nos lo pidiera, adaptamos nuestros oídos a escucharla en un volumen muy bajo, casi imperceptible al humano. Era tanto el miedo, no se puede definir de otra manera, que llegamos a interpretar esa acción como una operación clandestina, una terrible violación a la ley o acto de rebeldía. Y así fue, muchos de aquellos chamas irían a parar a las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción) Rimbombante nombre que escondía el verdadero significado de aquellos campos de concentración.


Pello el Afrokán con su “Mozambique”, Pacho Alonso con su “Pilón”, Juanito Márquez con su “Pacá”, y por si fuera poco, nos metieron también a Pérez Prado con su “Dengue”. Hicieron lo imposible por llenar el vacío producido con la condena oficial al Rock y todo lo que oliera a extranjero. De todos ellos solo tuvo buena aceptación el Mozambique y no por mucho tiempo. Nos agotaron hasta la saciedad, nos aburrieron hasta el infierno y nos enseñaron de paso a odiar nuestra música y a sus autores.


¿Quién pudiera acordarse de aquellos tiempos? Me refiero a los de nuestras castraciones. Aprendimos a viajar con aquellos viejos discos de acetato con la portada de Benny Moré, conteniendo realmente los últimos que existieron de Paul Anka, sus 15 para ser mas exacto y uno que otro de Elvis Presley. ¡Que tiempos aquellos!  ¡Que hijos de putas fueron los Beatles! Eso nos los hizo comprender Santiago Álvarez en un documental donde usando su música colocó de intérpretes a una banda de monos. ¿No lo recuerdan? Ya me responderán que no y los comprendo, continuamos con mala memoria y más castrados aun. Bueno, hay que agregar también las películas importadas, la mayoría de ellas terminaban con un inesperado конец que, nos dejaba un sabor amargo de lo siempre inconcluso.


Después llegaron otros desafíos, aunque no todos teníamos radios. No olviden que dejaron de importarse durante largo tiempo y los que aparecieron en el mercado por los años 70, se otorgaban por méritos laborales. Llegó con ellos una manera clandestina de “conspirar”, por llamar de alguna forma al empeño de muchos en buscar las noticias del mundo y las de Cuba que no daban “Radio Reloj” o el periódico “Granma”.


Veo películas de la Segunda Guerra Mundial y me coloco en los asientos de aquellos famosos espías de ambos bandos. ¡Para cagarse! Eso sí que se debía escuchar muy bajito, ya corrían tiempos donde cualquier pariente te podía delatar por ese acto “contrarrevolucionario”. Al cubano se le agudizó el oído y el olfato, pasaban por la puerta de tu casa y sabían que cocinabas. Mucho más peligroso resultaba si les llegaba el sonido de los temas usados por cualquier emisora enemiga. ¡Con la revolución todo, hasta los oídos, coño!


Yo consumía mucho de todo lo vedado o prohibido, recuerdo muy bien a La Voz de la Fundación Cubano Americana, claro la del viejo Mas Canosa, no la de su hijo Menos Canosa. La escuché con mucha frecuencia en La Habana, no tenía mucho alcance. La Voz del CID la llegué a sintonizar en el Mar del Norte, Báltico y Mediterráneo. Radio Martí, luego de su salida al aire, la pude captar hasta Hawái, más allá de esas distancias tenía que morir con la BBC, La Voz de los EU o Radio Exterior de España. Luego, esas acciones casi suicidas, se fueron extendiendo hasta la militancia del partido. Solo que ellos las escuchaban casualmente.


-Anoche escuche por la Voz de los Estados Unidos que ya han salido unos 90,000 cubanos por el Mariel. Manifesté un día encontrándome en la microbrigada de Alamar. Radio Reloj y el Granma situaban esas cifras muy por debajo, solo al final de cancelado ese éxodo, no les quedó mas remedio que ajustar sus cantidades a las ofrecidas por el enemigo.


-Casualmente anoche, mientras movía el dial del radio, sintonicé por error esa emisora cuando daban esa noticia. Me dijo un día uno de los militantes que trabajaba en la misma brigada y hoy debe estar militando en el infierno.


-Casualmente… Dijo un viejo en la cola del pollo.


-Casualmente… Dijo una mulata mientras esperaba la salida de su hijo de la escuela.


-Casualmente… Dijo un pasajero en una guagua.


-Casualmente… Dijo Fefa mientras hacia su guardia de CDR.


Al final de la historia esa voz se corrió y mucha gente bautizó a esas emisoras como “Radio Casualidad”. Casual nunca fueron nuestros miedos y que solo unos pocos lograran salvar sus güevos. Claro, la mayoría de esos güevones han pagado sus desafíos en una prisión. Hoy no, hoy pueden escuchar lo que les venga en ganas, andan con celulares y muchos “supositorios” al régimen, viajan constantemente al extranjero para darnos conferencias de como liberar a Cuba o solicitar se nos devuelvan los güevos.






Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canada
2019-11-16




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viernes, 15 de noviembre de 2019

YO LE COCINÉ A ISSAC DELGADO


YO LE COCINÉ A ISSAC DELGADO





Digamos que no lo hice a título personal, digamos que se contrató la comida de su orquesta en mi restaurante, digamos que se reservaron unas mesas un sábado, el día más ocupado de la semana. Así fue aquella reservación realizada por la “señora” Anaís, propietaria o gerente de la agencia de viajes “Multidestinos”. Agencia con una amplia estela de descrédito entre los cubanos residentes en Montreal por los constantes faltantes de artículos en paquetes enviados hacia la isla.

Fue una reservación donde primó el regateo usurero de quién insiste en ahorrar algo, hablemos de una situación anormal en cualquier negocio cuando se mencionan cifras tan ridículas. Hagamos referencia a un escenario desconocido por muchos, bien sufridas en mi caso de marino. Digamos encontrarnos en presencia de un “tumbe” que pudiera resultar insignificante para muchos, pero muy importante para el que viva en la isla y salga al extranjero a luchar unos fulas.

Ese día la complací, no solo a ella, consideré que estaba colaborando con los muchachos de la orquesta. Cubanos, al fin y al cabo, pocas diferencias tienen para mí si viven aquí o allá. Hablamos de cubanos y yo pasé muchas veces por esas circunstancias embarazosas donde, debes dividir los centavos ganados entre los blumes de tu mujer o las vitaminas de tu abuela.

Creí inocentemente que actuaba de la manera más humana concebida entre cubanos que habitaban en latitudes tan distintas y posiblemente con ideologías tan dispares. Ellos, músicos que representaban a la isla, aunque no se manifestaran políticamente. Yo, un cubano que residía fuera de aquella isla y que representaba un sentimiento opuesto al sistema, un simple comerciante, si así desean interpretarlo.

Anaís reservó unas veinte plazas ese sábado y me vi obligado a rechazar a muchos clientes que se presentaron sin reservaciones e incluso, no aceptar las que se solicitaron por llamadas telefónicas. Próximo a la hora y ante la ausencia de los músicos, llamé a la señora Anaís para solicitarle una explicación y ponerla al tanto de las pérdidas que me estaba provocando. Ella solo alcanzó a decirme que el avión no había llegado a Montreal por dificultades a la salida desde La Habana. Le respondí algo alterado, ¿cómo era posible realizara una reservación por personas que se encontraban ausentes del país?

No les he mencionado el menú en detalles, consistía en un plato cuyo valor pactado fue de siete dólares canadienses. Incluía pollo frito, moros y cristianos, ensalada y un refresco. Si multiplicamos siete por veinte veremos que la suma total era de ciento cuarenta dólares, cifra que cómodamente yo podía recaudar en tres mesitas de dos personas, precio por el cual es casi imposible comer en un Mc Donald.

Inmediatamente comencé a vender las plazas, pero había algo pendiente, la comida de la orquesta había estado lista para la hora acordada. De acuerdo con las manifestaciones de esa señora, ellos partirían desde el restaurante directo al local donde debían actuar.

Alrededor de las once de la noche, la mencionada señora me llamó para preguntar si le podía enviar la comida al lugar de actuación y mi respuesta fue negativa. Solicitó un plato diferente para Isaac alegando que por problemas religiosos no podía consumir pollo. Se le envió cerdo asado o un bistec de res, no puedo recordar exactamente.

El concierto de Isaac comenzó cerca de la una y media de la madrugada, lo recuerdo porque mis empleados habían comprado las entradas y llegaron a tiempo para asistir. Fue realizado en lo que fuera una piscina y la totalidad del público no alcanzaron a las doscientas personas. Ellos pudieron observar cuando muchas personas reclamaban lo pagado y se retiraban agotados por permanecer tantas horas parados. Incluso, hubo que devolver el dinero de las entradas vendidas para un concierto que debió realizarse el día anterior.

En resumen, lo recaudado en aquel concierto no alcanzaba para pagar el vuelo de la orquesta desde La Habana a Montreal, pero ya saben ustedes, Cubana de Aviación es propiedad de Liborio y Liborio paga. La orquesta partió al día siguiente hacia la isla en medio del silencio de la prensa y población, hablamos entonces de un fracaso total.

Vayamos por parte, una artista de fama mundial como Madonna o un grupo archiconocido como los Rollings Stones, desarrollan una campaña propagandística con meses de antelación a sus conciertos para vender sus entradas. ¿Quién conocía a Isaac Delgado en Montreal? Solamente los cubanos, las mujeres de los cubanos y quienes lo hayan visto actuar en los festivales de jazz realizados anualmente en esta ciudad.

La promoción realizada antes de su actuación en esta ciudad se limitó a dos o tres anuncios en un periodicucho comercial nombrado “El Chasqui” y que solo llega a una pequeña parte de la comunidad latina. O sea, no existió voluntad alguna de promoverlo en el mercado canadiense, ni tiempo suficiente para hacerlo dentro de la comunidad hispana. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que, las pérdidas producidas en esa aventura no eran preocupantes para sus promotores. Nos encontramos hablando de gastos por conceptos de viaje, hospedaje, alimentación, alquiler del local, licencias, equipos de seguridad, pagos de artistas, transportación, seguros, impuestos, etc. O sea, hablamos de una agencia con poderes económicos suficientes para enfrentar esas pérdidas, pero la realidad es otra, Anaís no posee un magnífico historial crediticio y debe pagar cash los pasajes que vende. ¿De dónde sale la plata para enfrentar esas pérdidas y quién se encuentra detrás de esa agencia? Caben miles de preguntas y aumentan cuando se sabe perfectamente que el marido de Anais, un hombre de origen argentino y de nombre Gonzalo, ocupa una de las gerencias de Cubana de Aviación en Montreal. ¿No les parece que hay gatos encerrados? ¿De dónde sale la plata para costear el viaje de otras orquestas después de ese fracaso?

La historia trata de repetirse con la visita de “La Charanga Habanera” y en esta oportunidad, la señora Anaís llama a mi hijo a su celular solicitando unos servicios similares a los que ella pidió para la orquesta de Isaac. Mi respuesta fue una negación rotunda, le manifesté que se llevara a la orquesta para un Mc Donald y los tuviera en ese local hasta el momento de la actuación por los siete dólares insistidos. Mi respuesta no tuvo orígenes en los sentimientos o ideología anticastrista, regresé a mi pasado y le expliqué a mi hijo cómo se movían las fichas en este juego de ajedrez. Le dije; esos muchachos tienen una dieta que se les debe pagar diariamente por concepto de alimentación, no tengo ideas de cuál será la cifra actual, pero detrás del regateo de esa mujer, se esconde el “tumbe” del que siempre han lucrado todos los representantes cubanos en el extranjero. Yo no participo en esa cabronada y espero que tú no te prestes para eso. Mi hijo comprendió inmediatamente y le canceló todas las esperanzas de tumbar a esos artistas con nuestros servicios.

Los muchachos de La Charanga Habanera cayeron por nuestro restaurante y sin que nadie me lo solicitara les ofrecí precios especiales. Uno de esos días, la señora Anaís los invitó a comer en la calle y ellos le manifestaron que deseaban comer en el restaurante cubano. Ella les dijo que en Montreal no había restaurante cubano alguno, pero su mentira perdió valor cuando varios de ellos manifestaron haber comido en nuestro local.

Durante el tiempo que estuvieron en la ciudad, los charangueros disfrutaron de nuestra comida y trato cordial. Nunca, cumpliendo una norma de la casa, se estableció diálogo político alguno. Por el local han pasado varios artistas cubanos y siempre se ha mantenido el mismo protocolo, todo el que entra por nuestra puerta es un cliente y debemos respetarlo, poco nos importa su ideología. Eso sí, nunca estaremos de acuerdo en explotar a ningún cubano, ni de aquí, ni de allá. Cada grupo cubano viaja con su chivato, no hace mucha falta conocerlos, chivatos abundan por aquí y mi deber es alertarlos.



Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
2007-06-25


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jueves, 14 de noviembre de 2019

¿LA MADRE PATRIA O LA REPÚBLICA BANANERA?



¿LA MADRE PATRIA O LA REPÚBLICA BANANERA?





Comencé a visitar a España en el año 1968 cuando era gobernada aún por Franco, regresé a ella unos veinticinco viajes más como marino a lo largo de mi carrera. Creo haber visitado casi todos sus puertos de norte a sur por el este y el oeste, incluyendo los de sus territorios ultramarinos. El referendo de 1976 me sorprende en Las Palmas de Gran Canarias y lo vi con mucha simpatía, el pueblo español tenía derecho decidir y ser el protagonista de su destino. Continué mis visitas a ese hermoso país hasta el año 1991, fue en este año que realicé mi último viaje como marino al puerto de Alicante.

Hasta esos instantes podía jactarme de conocer más sitios de ese país que millones de españoles, sin embargo, no puedo afirmar que lo conociera. Mis pasos siempre estuvieron dirigidos a bares, restaurantes, cines, tiendas y burdeles, los mas frecuentados por cualquier marino internacional. Andaba con los ojos abiertos sin poder ver, era algo así como un pescado en tarima. Tampoco me importaban los problemas que tuvieran los españoles, nosotros los teníamos peores y su caudillo apuntalaba muy bien al pichón de tirano que se desarrollaba en nuestra tierra. Franco, un tirano de derechas, apoyando a un dictador de izquierdas, nunca alcancé a comprenderlo. Lo cierto es que el viejo murió y aquel apoyo económico se mantuvo hasta el día de hoy por los gobernantes de turno, todos incluidos y metiendo en el mismo saco al actual rey.

Luego de una larga pausa, viajo nuevamente a España como turista en el año 2014. Cualquier puerto me quedaba distante, aun así, logré sumar a mi colección al puerto de Valencia, al cual no visitara en barco alguno. Permanecí durante tres semanas de recorridos infatigables por diferentes regiones de Madrid y Segovia. Esta vez no acudí a los sitios frecuentados por los marinos y andaba con los ojos bien abiertos. Regresé nuevamente unas semanas mas tarde y esta vez consumí totalmente el tiempo que se me concedía sin necesidad de solicitar visa. Fueron tres meses de constantes visitas a sitios históricos, museos, pueblos, catedrales, castillos, etc., casi todos localizados en Castilla León y cercanías de Madrid. Con una imagen mucho mas amplia del país y los eventos políticos que sucedían, partí convencido de que se necesita mucho más tiempo para conocerla. Me asombra que cuatro centenas de tontos vayan al mío para disfrutar de sus mujeres, playas, hombres, homosexuales, etc., durante apenas una semana y partan hablando que conocen lo que verdaderamente les sucede a los cubanos.

-¿Y usted por que está tan desesperado por vivir en España? Me preguntó una noche de barras una amiga de mi amiga, durante toda su conversación pude identificar fácilmente que se trataba de una persona con ideas izquierdistas.

-¿Y quien le dijo que yo estoy desesperado por vivir en una República Bananera? Porque eso es España actualmente, se equivocó si pensó que yo soy un jinetero, pinguero o emigrante económico. Yo vivo en Canadá desde hace más de veinte años, un país desarrollado y nada que ver con esto. Ya había mencionado esta parte de aquel diálogo en alguna parte, poco cortés de mi parte y que provocara el enojo de ella y mi amiga, tampoco me importó.

No me equivocaba mucho hace cinco años, se veía venir y ahora tienen los resultados. Una gran parte de la sociedad española aprueba y acepta gustosamente convertirse en lo que serán, una nueva “República Bananera” como todas las que fundaron en el continente que descubrieron. De muy poco les sirvió el ejemplo de lo sucedido en los países comunistas de Europa. De nada les ha servido el ejemplo de lo que ha pasado en una Venezuela infinitamente más rica que la península y reducida a mierda por narco gobernantes dirigidos desde La Habana. Esa parte de la sociedad ha votado en apoyo a lo que sucede en Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, etc., y etc. No puede manifestarse que “todo pueblo tiene el gobernante que se merece”, una amplia fracción de ese pueblo no lo acepta ni se merece. Desafortunadamente todos van a pagar por igual la ceguera de una parte de esa sociedad. La vida de un país no puede limitarse a la fanaticada por los toros, el fútbol o el vino.

Es muy cierto que ha existido corrupción en todos los gobiernos que ocuparon el trono alguna vez y esa corrupción resulta casi imposible de erradicar no solo en ese país, creo que domina al mundo entero muy bien sustentada por la estupidez humana. Ante la carencia de honradez los pueblos solo tenemos dos opciones a elegir; La de los corruptos que roban y dejan robar, las que crean oportunidades y desarrollan a sus países, las que te dejan vivir con libertad, aunque pretendan mostrarla como relativa. Por otro lado, aquellos corruptos que se dedican a destruir todo lo que encuentran a su paso, digamos que incluyen el legado dejado por generaciones anteriores. Hablemos de los que siembran el odio, terror, hambre, miserias económicas y humanas, producen grandes éxodos, etc.

Una parte del pueblo español ha elegido a este segundo grupo de corruptos y es una verdadera pena. Nadie escarmienta por cabeza ajena y de nada han servido las experiencias pasadas o recientes, la terquedad y estupidez humana supera cualquier pronóstico. El sistema de elecciones en España y otros países solo sirve para alentar las ambiciones de sus políticos. Tiene muchos flancos débiles que deben corregirse antes que sea demasiado tarde y esos pícaros mafiosos puedan destruirnos.

¡Ojalá nada de esto sucediera en España! ¡Ojalá sea infundado el pesimismo de mi mirada hacia la tierra de mis abuelos! ¡Ojalá! Porque si eso sucediera, ustedes no serán dignos de la lastima que pesa sobre varios pueblos de América.



Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
2019-11-14


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Síntesis biográfica del autor

CRONOLOGÍA DE UNA AVENTURA

                               CRONOLOGÍA DE UNA AVENTURA La vida para mí nunca ha dejado de ser una aventura, una extensa ...