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miércoles, 27 de noviembre de 2019

CARA A CARA CON ALINA FERNÁNDEZ REVUELTA


CARA A CARA CON ALINA FERNÁNDEZ REVUELTA

LA HIJA REBELDE DE FIDEL CASTRO







ALINA, LA HIJA REBELDE DE FIDEL CASTRO

Un comentario a su libro.

Hace solo unos días cayó en mis manos accidentalmente el libro de Alina, dicen que en él se narran todas sus memorias. Para haber nacido en el año 1957 posee una memoria prodigiosa, creo yo. No digo esto con el afán de atacarla, tampoco me siento capacitado para hacerle una crítica de carácter literario. Razón por la que aclaro antes de comenzar, esto es solamente un comentario. El de un simple lector al que afortunadamente o no, le tocó la desventura de vivir toda esa etapa narrada.

Para hablar del libro en sí comenzaría por su primera parte, no puedo negar que mi primera reacción fue la del rechazo. Choco de frente con un lenguaje conocido solamente por aquellas polillas que, hayan dedicado unos minutos de su vida a esa apasionante actividad de leer. Un lenguaje exquisito y pudiera decir, rescatado de las tumbas de Miguel de Carrión, Cirilo Villaverde e inclusive, hay pasajes tan deliciosos que se acercan a nuestra Avellaneda.

No es solamente el impacto por esa escritura, desconocida para cualquier cubano de nuestras generaciones que no se haya dedicado al estudio de la literatura. Lenguaje que nos traslada inevitablemente a las provincias españolas donde mejor se habla nuestro idioma. Hay que agregar también, el dominio casi exacto de los pasajes que se brindan de nuestra historia y más aún, la descripción casi perfecta de su árbol genealógico. Se retrocede en la historia de la familia, casi tanto como aquel escritor norteamericano autor de esa obra llamada "Raíces". Todo conjugado armoniosamente, nos pone ante la presencia de una autora experimentada y merece por ello cualquier reconocimiento por su trabajo. (Tal parece que no fuera escrito por ella)

Ya en la segunda parte del libro, me acerca un poco a la realidad o a la ficción que hemos vivido. Se disfruta de esa rica mezcla entre nuestro lenguaje criollo, hoy muy bien distorsionado e incluso en oportunidades incomprensible y aquel español que apenas se habla en las verbenas, paseos y bares. Ya para entonces, Alina aparece como figura principal del libro, la hija bastarda producto de un desliz materno que, cruzó su vida con la de un hombre sumamente famoso en el planeta, sobre todo, para aquellos amantes de las emociones fuertes y las extravagancias. Para los cubanos en general, el autor de tantos desmanes que han conducido a esa maravilla de isla llamada Cuba a niveles de miseria nunca vividos.

Casi nada nuevo nos ofrece Alina en su libro, solo algunos pequeños pasajes de sus relaciones íntimas con esa famosa familia. Intrigas que muy bien existieron en las cortes europeas, una Celia Sánchez casi santificada y principal obstáculo de su madre, quién sacrificara mucho más que algunos de los que hoy envejecen y mueren dulcemente, después de haber disfrutado una vida colmada de placeres como la del cualquier millonario.

La vida de Alina ha sido motivo de infinidad de controversias, en eso que hoy se empeñan en no querer llamar exilio. Unos porque conocen al dedillo la historia de su padre, otros, porque afirman haber conocido la vida de la autora. Como quiera que sea, no se puede negar la importancia de muchos de esos pasajes desconocidos, no solamente para aquellos que defienden al caudillo cubano. Es bueno para muchos de los que han nacido en generaciones posteriores, aquellos niños que una vez colgaron sus pañoletas de pioneros en sus cuellos, de la misma manera que colgaban también sus esperanzas.

Hay algunos pasajes muy significativos en esa turbulenta vida colmada de pasiones de Alina y las relaciones con su padre. Las expresiones de este ante la selección de su hija por la pareja, fue la misma que hubieran mantenido Reyes ante los caprichos de una Princesa enamorada de un plebeyo.  Preguntó un día el padre ante la noticia de que ella deseaba casarse con uno de los sirvientes de su corte, extraña esa posición para uno que no se ha cansado de promulgar la desaparición de las diferencias de clases. ¿Muerto de hambre? ¡Claro que muerto de hambre! Es imposible ocultar el desprecio que siempre ha sentido por la chusma, o sea, el pueblo.

 Cómo concebir y aceptar que una bastarda, aunque de alto linaje aparente, pueda mezclar su sangre con un idiota del pueblo, quien al final resultará ser un violador. No se escapa de los sobresaltos cuando salen a la luz todas estas cosas, el individuo resultaba ser un violador porque pretendía a la hija del Rey, de no ser así, estaría autorizado a continuar violando.

Esto me recuerda a las manifestaciones y actos de repudio que se les hicieron a muchas personas cuando la gran estampida del Mariel allá en la barriada de Santos Suárez. Le llenaron el portal de carteles a un policía que había presentado para abandonar el país y entre aquellos carteles, había uno que me llamó mucho la atención, decía así: "Carlitos nunca fue revolucionario". Creo fuera el único cartel al que le encontré algo importante, eso ocurrió a una cuadra de mi casa, el problema fue que Carlitos hasta esos momentos había sido miembro de la policía. En resumen, no se puede ocultar el desprecio que siente esa gente por aquellos a los que ellos mismos llevaron a límites de pobrezas desconocidos.

No aportó casi nada nuevo en su libro, las cosas en Cuba se saben por "Radio Bemba" y cuando ya es imposible de ocultar, el propio gobierno se ve obligado a divulgarlas. También nos enteramos por las indiscreciones de los hijitos de sus papás, quienes nos informan de todo lo relacionado a ese bendito mundo de ellos colmados de facilidades. Cambios de casas, regalos de autos, y esto no lo digo por el que le regalara Vilma Espín a su mamá, eso es poco. El mismísimo Abrahantes siendo Ministro del Interior, había regalado más de cien autos a amistades, subordinados destacados y a sus queridas. Con ellas se iba de paseo a Cancún en su yate con dinero recaudado en la droga o, sencillamente con dinero del pueblo.

Nada significativo para aquellos irracionales que no creen en la palabra de los cubanos, pero bueno, Alina es una cubana que es hija de ese líder conocido y adorado por mucha gente en el mundo, ahora ella engrosa la larga lista de los mentirosos en el exilio, una verdadera pena. No creo necesario gastar cuartillas para repetir lo mismo que aparece en ese libro, ella escapó de la isla de una manera que algunos consideran imposible, por mi parte le doy cierta credibilidad. Viajé durante muchos años y conocí cómo funcionaba la Aduana cubana, es aceptable su coartada. Una Aduana que nunca haya experimentado esa experiencia puede ser burlada, no olvidemos el Mariel, en esa oportunidad se introdujeron en la isla cualquier cantidad de dólares falsos, hoy debe ser algo casi imposible porque a partir de entonces adquirieron equipos para detectarlos. Lo mismo pudo ocurrir en el aeropuerto, a ningún aduanero se le hubiera ocurrido que cubano alguno pudiera utilizar ese ardid para escapar de la isla. Hoy y con aquella experiencia, imagino que sea casi imposible. Lo raro en todo este caso, lo fue, la facilidad brindada para la salida de su hija a las pocas semanas de su escapada. Pudo haber sido para evitar mayores repercusiones propagandísticas, eso lo sabe Alina y su padre, para nosotros saberlo debe escribir otro libro y desenterrar de nuevo ese lenguaje exquisito.


Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canadá
2001-03-11

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CARA A CARA CON ALINA FERNÁNDEZ REVUELTA

LA HIJA REBELDE DE FIDEL CASTRO












Esteban Casañas, Canadá, mayo 10 2008


El solo anuncio de la existencia de este encuentro por Internet y mis propósitos de escribir algo sobre ella, despertó la ira de algunos de sus detractores y simpatías de sus amigos. Razones suficientes para cambiar el sentido de mis propósitos iniciales que eran, solicitarle unas palabras para nuestros lectores. Me incliné por unas líneas dedicadas a ella, Alina, la mujer, la cubana, la hija rebelde de Fidel Castro.

Su presencia en Montreal había sido anunciada por la prensa, realizaría dos conferencias en el hotel Delta en el marco de las actividades que se realizan en el festival cultural Blue Metropolis. La primera sería en francés y la segunda en español, me incliné por nuestra lengua, pero me recomendaron la primera para observar las reacciones del público canadiense, le encontré lógica a esa proposición. Con exactitud cronométrica se dirigió a la butaca desde donde nos hablaría y la moderadora hizo su presentación. Rompió de esa manera nuestra mística informalidad horaria.

Quedamos frente a frente y disfrutaba de su rostro que me llegaba sin interrupción entre las personas que ocupaban la primera fila. Su maquillaje era discreto y para su edad, no había recibido la visita de aquellas arrugas que tanto torturan a las mujeres. Vestía informalmente y no se le puede criticar, es una actitud muy común entre las personas acompañadas por la fama. Su chaqueta blanca dotaba de elegancia al jean elegido para la ocasión y lograba un efecto maravilloso el contraste que ofrecía al rojo intenso de sus uñas.

La moderadora del encuentro hizo su presentación en medio de los disparos constantes de flashes, introducción formal y casi innecesaria, todo el mundo la conoce. Sobre las piernas de la presentadora descansaba el libro de Alina y un fajo de hojas escritas a mano. En la medida que avanzaba la conferencia, aquella mujer demostraba haber estudiado con pasión teológica cada rincón del libro y los resultados fueron fatales ante nuestros ojos, le robó con insistencia el escenario a nuestra compatriota. El francés de Alina era fluido y comprensible, no exento de los acentos de aquellos que no logran la perfección o, simplemente lo conservan guardados dentro de un baúl y solo lo utilizan en caso de emergencias como esta. Pudo comprenderse muy bien y cometió pocos errores.

Un comienzo desde la infancia que ya la propia Alina debe estar cansada de narrar, el inicio de las relaciones con su padre y sus decisiones por mantenerse al margen de su existencia por razones justificadas, el temor a ser controlada por los servicios de seguridad del progenitor.

La moderadora o la propia Alina se desmarcaron del libreto en algunos momentos y abordaron la situación actual del país. Creo haya sido la parte más interesante de la conferencia y que diera pie a la participación del público. Surgieron preguntas sobre los cambios que se están produciendo en la Isla, sus respuestas fueron convincentes y coinciden con la opinión de todo el exilio y pueblo cubano. No existe una transición hacia ningún lado, es una sucesión de poderes adornados con la liberación de algunos productos que nunca debieron estar prohibidos y que aun así, se encuentran fuera del alcance del cubano común donde el salario promedio es de unos US 17 dólares mensuales.

Como era de suponer y esperar, siempre apareció alguien con la oculta intención de manchar su presencia, pero la aceptación del público y sus habilidades para dominar la situación le evitaron contratiempos. La conferencia finalizó con una cerrada ovación, ella continuó en el salón compartiendo con ellos y firmando varios autógrafos.




-Alina, bienvenida a Canadá, yo soy Esteban, represento al periódico cubano La Nueva Prensa Libre. me presenté robándole unos segundos que dejaron libre.

-Muchas gracias, Esteban. ¡No te vayas! En unos minutos comparto contigo. Me dijo mientras estrechaba mi mano. Sabia de mi existencia, antes de su llegada llevé al hotel un ramo de rosas rojas con una nota mía y mi segundo libro autografiado.

Nos pidió que la acompañáramos hasta la habitación y luego hasta un pequeño saloncito de conferencias. Durante los recorridos comenzó a fluir ese intercambio de palabras exentas de protocolo, hubo esa pronta química que convierte a desconocidos en buenos amigos en solo unos minutos. Comencé a desinflar todo tipo de prejuicios que abrigaba mi mente y se espantaron temores. “Ella debe ser como todos los hijos de los famosos”, me repetía cada minuto antes de arribar al hotel. “Su agenda debe estar muy ocupada para que me dedique unos minutos”, pensaba con derrotismo. Nos sentamos y activé la pequeña grabadora, pero antes, y para desbaratar definitivamente cualquier tipo de barreras, le manifesté que no me interesaba escribir una entrevista.




Hablamos de varios temas actuales que nos afectan y coincidimos en todos nuestros puntos de vista. Evité cada instante en abordar la figura de su padre, aunque siempre resultó inevitable y cuando yo no hacía referencia a su existencia, era ella quien lo colocaba en el escenario. Es que resulta imposible hablar de Cuba sin mencionarlo, casi siempre aparecía como el fantasma responsable de nuestras desgracias y ella no mostró enojo alguno.

Imagino resulte molesto ese constante acoso que ejercen los medios y las personas sobre ella por el hecho de ser la hija de Castro. ¿Por qué desahogar en ella toda la carga de nuestros rencores? Si recorres toda la información que existe sobre su persona, las preguntas serán siempre las mismas, poco importan las latitudes donde se realizaron, esa es la condena que ella está purgando con mucha entereza y ecuanimidad. ¿Qué esperamos o le exigimos? Su labor es loable, muy bien pudo retirarse a ese mundo protegido por el anonimato, esa ha sido la actitud de miles menos importantes que ella. Sin embargo, cuando leemos todas sus declaraciones, Alina no deja de culpar a su padre y su régimen. ¿Qué más pudiera satisfacer a nuestros miedos?

-Alina, es indudable que tu padre fue amado y odiado por muchos hasta límites inconcebibles. Deja un inmenso legado donde por supuesto, muchos manipuladores, politólogos, extremistas y tus detractores, tratarán de adjudicarte como herencia por el solo hecho de ser su hija. ¿Hasta qué punto te resulta molesta esa identificación con él y la herencia de sus amigos y enemigos? Fue esa la única pregunta formal que le realicé.

-No creo que me moleste, ya me he acostumbrado a vivir con esa sobrecarga que no me corresponde. Estoy plenamente convencida de que todas esas manipulaciones tienen su origen en la Isla y son divulgadas por sus agentes en el exterior. Es una práctica muy común utilizada en contra de las personas que les molestan y yo no dejo de estar comprendida entre ellas. Sin embargo, trato de vivir como un ser normal y no le presto mucha atención a esos ataques. Es de imaginar que muchos seres se hacen eco de ellas y no se dan cuenta de que son hábilmente manipulados. En Miami ocurre con mucha frecuencia y en la medida que pasa el tiempo, el ser humano aprende cuando menos a convivir con ellas.

Durante la amistosa conversación sostenida con Alina, abordamos temas referentes a la comunidad cubana en Montreal y Miami. Analizamos las posiciones de los intelectuales cubanos en el reciente congreso de la UNEAC. Hablamos sobre la comunidad gay cubana en el exterior y el trabajo de su prima con los de la isla. Nos referimos al miedo latente dentro de todos nosotros y el policía que llevamos en nuestro interior. Fueron muchos y variados los temas, pero me inclino por escribir sobre ella. Alina es una persona sumamente sencilla, muy familiar en el trato, muy ajena a esas vanidades y empachos tan generalizados en personas famosas. Compartir con ella es muy agradable y te brinda la oportunidad de sentirte como un viejo amigo. Su amabilidad es una de las virtudes destacadas en esta mujer de hablar tierno y pausado. Aquella rebeldía de su juventud va cediendo paso a la sabiduría que imponen los años y la experiencia. Es capaz de dominar a su público con sus valiosos argumentos y ese carisma propio que la identifica y distingue. Para mí ha sido un altísimo honor este encuentro informal con ella y el impacto recibido durante este corto contacto, será uno de los más gratos que guardaré en el cofre de mis recuerdos.

-Alina, pudieras dedicarle unas palabras a nuestra comunidad cubana y latinoamericana de Montreal. El fin se acercaba y ella debía cumplir otro compromiso.

-¡Uyyy, dime tú! Bueno, espero que reciban un fuerte saludo y mis deseos de que algún día todos los cubanos puedan ir a disfrutar sus vacaciones a Cuba y que los de allá no encuentren trabas para pasar las suyas en este país y otros. Esa sería una de las manifestaciones de libertad que tanto necesitamos y que un día llegará, no podemos perder las esperanzas. A nuestros hermanos latinoamericanos llegue también ese abrazo fraternal y ojalá mis palabras sirvan como elixir para la unidad de nuestras comunidades y pueblos.

-Alina, ha sido un orgullo haber compartido contigo, te deseo mucha suerte y un feliz regreso a Miami. Nos estrechamos nuevamente las manos y la agregué en la lista de mis amigos.


Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canada.
2008-03-05


Y si tenéis por rey a un déspota, deberéis destronarlo, pero comprobad que el trono que erigiera en vuestro interior ha sido antes destruido. Jalil Gibrán.




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