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miércoles, 5 de abril de 2023

CUBA, EL COSTO DE SU REVOLUCIÓN. (EDUCACIÓN)

 

CUBA, EL COSTO DE SU REVOLUCIÓN. 

(EDUCACIÓN)


Una de las tantas escuelas secundarias en el campo abandonadas y en estado calamitoso.


 

…Y entonces sigo y sigo preguntándome y preguntando ¿puede la escuela primaria y secundaria y el pre, tal y cual han llegado a ser, regenteadas por criterios y prácticas descabellados e ignorantes de principios pedagógicos, psicológicos elementales, y violadora de derechos familiares, ser formadora de niños y adolescentes, y por tanto fundar futuro? ¿Será que acaso por esos caminos se calcula puedan crecer las generaciones a las que tocara cumplir la inmensa tarea de esculpir, ante todo en su alma, la patria soñada? ¿Es que esa escuela continúa realmente la diseñada por la Revolución en sus primeros días? ¿Y aun antes en los territorios que se iban liberando? Jamás podrá construirse con solidez a partir de dogmas, empecinamiento, desconocimiento de la realidad real o ignorando los mensajes alertadores de la experiencia y de los ciudadanos. Estoy convencido"…

 

Fragmento del discurso pronunciado por el cineasta Alfredo Guevara durante el recientemente finalizado congreso de la UNEAC (Unión de escritores y artistas de Cuba). Evento que se realizó durante los primeros días de Abril en La Habana, el texto completo puede encontrarse en la siguiente dirección:

 

http://www. foroscubarte.cult.cu/-read.php?6,1053 (Ya no funciona)

 

Por Alfredo Guevara | 05/04/2008 | Cuba

VII Congreso UNEAC

https://rebelion.org/no-puede-hacerse-contribucion-enriquecedora-de-valores-humanistas-desde-medios-de-comunicacion-aliados-del-capitalismo-en-su-manifestacion-mas-soez/

 

 

 

Si esas expresiones, como otras realizadas en el congreso de la UNEAC, hubieran tenido sus orígenes entre la ciudadanía, las consecuencias serían muy diferentes a la publicidad recibida ahora, donde el autor es investido con la toga de héroe por muchos inocentes embriagados ante nuevos cantos de sirenas. Ellas han sido expresadas durante medio siglo por una parte de la población cubana, y como premio al desafío, muchas almas purgaron penas en sus cárceles o pagan un infinito destierro.

 

Sin proponérselo quizás, Alfredo Guevara ayuda a derrumbar un mito esculpido en la mentalidad de millones de seres humanos. Las primeras víctimas y modelos de esa obra fueron los nacionales. Luego, aquella idea alocada y caprichosa, no solo fue aplaudida y admirada, hay quienes se empeñan en implantarla en pleno siglo XXI y tenemos como ejemplo el caso de Venezuela.

 

¡Ojo! No debemos volver a caer en la misma trampa de siempre. Ese párrafo ha sido sacado de contexto, cuando regresamos al texto completo, nos encontramos ante un discurso realizado con malabarismos y contradicciones. Se critica una situación aún existente y se aplaude al autor de tales locuras. No puede esperarse otra cosa de la intelectualidad cubana, faltan agallas para enviar el mensaje neto y filtrar las palabras rebuscadas y celestiales que nunca dijeron o dicen nada, solo alimentar el ego de sus autores.

 

Más que un verdadero congreso, deja el amargo sabor de una opereta de meas culpas, donde la vejez y proximidad a la muerte impone una confesión. Si nos detenemos a leer las exposiciones hechas públicas de algunos miembros de la intelectualidad cubana durante el mencionado evento, encontraremos la misma dosis de servilismo y temores que no se pueden ocultar. ¿No ha sido esa intelectualidad coautora de la catástrofe que hoy heredan las nuevas generaciones de cubanos? Por supuesto que sí, y será muy difícil poder asimilar cualquier intento de justificación o arrepentimiento.

 

El sistema educacional cubano ha sido un globo inflado como divisa principal del sistema imperante en la isla, los frutos recogidos como producto de esos métodos arbitrarios, se han encargado de desmentir su excelencia. Hoy no solo es preocupante, la situación es verdaderamente alarmante y el futuro de esa nación descansa sobre las espaldas de generaciones verdaderamente dañadas. Los caprichos del gobernante en separar a los muchachos de su familia dañaron los cimientos de nuestra sociedad, aun así, no hay un solo discurso carente de pleitesía a la figura de ese individuo.

 

¡Las universidades son para los revolucionarios! Se gritó muchas veces y se marginó de esa manera a millones de jóvenes dotados de talento e inteligencia natural. ¿Dónde se encontraba Alfredo Guevara y los demás intelectuales cubanos? Se impuso la incondicionalidad política, la subordinación irreflexiva y méritos absurdos como condiciones de ingresos a esas escuelas. La sociedad, desechaba a futuros científicos, ingenieros, médicos y verdaderos intelectuales entre otros. Sus pecados insignificantes, irracionales e imperdonables, propios de cualquier joven, los privó de ser los dirigentes del país, los que debieran ocupar los asientos en ese congreso plagado de ancianos. Nuestras escuelas fueron confundidas con fábricas de chorizos, donde la promoción se convirtió en un plan de producción. Se institucionalizó de esa manera el fraude escolar y no fue hasta finales de los ochenta que ese virus salió a la luz pública. Hoy, cincuenta años después de la llegada de esa fatal “revolución”, el pueblo comienza a comprender el costo de su existencia. A falta de esperanzas y fe en ese supuesto “futuro” que hoy comienzan a vender nuevamente, una balsa es la salida más efectiva.

 

Alfredo Guevara aún cree vivir en una isla de gigantes y considera que es el momento oportuno para partir. Solo él debe saber hacia dónde y su recorrido se acorta cada día más por su avanzada edad.

 

 

NUEVA PRENSA LIBRE

Montreal..Canadá

 

 

 

Esteban Casañas Lostal

Montreal..Canadá

Mayo 06, 2008

 

 

Y si tenéis por rey a un déspota, deberéis destronarlo, pero comprobad que el trono que erigiera en vuestro interior ha sido antes destruido.

 

Jalil Gibrán.

 

 

 

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