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lunes, 24 de junio de 2019

RENTAR EN MIAMI



                                            RENTAR EN MIAMI



Miami es una ciudad como todas aquellas que guardan sus secreticos, será casi imposible para un simple visitante descubrirlos. En este aspecto ella es algo exigente, debes consumir arrobas de pastelitos de guayaba y beber coladitas de café por galones para que se abra de piernas y se confiese.

Para todo aquel que arribe de un país o ciudad medianamente “civilizada”, Miami te ofrece una variedad indeterminada de contrastes que se sufren como propios. Te detienes y observas a sus habitantes, te sorprendes ante su indiferencia, pasividad o resignación. Todo es aceptado con mucha naturalidad y llegas a la pronta conclusión de que eres un ser anormal o anacrónico en esta bella “capital del sol”, como suelen llamarla.

Andaba con un sobrino que buscaba un apartamento para alquilar, hace relativamente poco tiempo que llegó de Cuba, digamos que apenas cumplirá tres años en estas tierras y arrastra las penas del último puerto. Es de esta manera que descubro uno de los secretos arropados por Miami bajo su manto de sol, playas y discotecas.

Comenzaría por descubrirles el que traigo de otro país y tal vez pueda provocarle un infarto a cualquier ciudadano de esta maravillosa ciudad. En Montreal, una de esas ciudades “medianamente” civilizadas a las que hago referencia, no hace falta hacer depósito por adelantado del monto del alquiler, “garantías”, “llaves”, “security” y otras mierditas que se exigen acá. Los contratos de arrendamientos tienen como fecha inicial el 1 de Julio y se pactan por un año en términos generales. Usualmente, la persona dispuesta a rentar o alquilar un apartamento, le exige al propietario que el local se encuentre en condiciones aceptables. Al momento de la entrega o vencimiento del contrato pactado, el propietario comprobará que no se hayan producido averías anormales en su propiedad. Luego, procederá a pintarlo para recibir al nuevo inquilino, cambiará si es necesario la alfombra, refrigerador, cocina, etc. Es muy raro demandas o contratiempos entre las partes por detalles insignificantes, Esto se ha ido relajando en la ciudad y país en la medida que Canadá ha recibido inmigrantes y ellos, aceptan condiciones que en otros tiempos no existían o eran impensables. Empeora la situación cuando estos inmigrantes “tercermundistas” se convierten en propietarios y poco a poco, violando las normas, usos y costumbres de estos países, van imponiendo sus reglas del juego por encima de lo que establece la ley ante la pasividad de los moradores.

Contando aún con todos estos contratiempos importados del Sur, Montreal continúa siendo un paraíso si se compara con Miami. Digamos por ejemplo que aunque comienzan a escasear estas ofertas, puedes leer en algunos diarios locales que te ofrecen un mes “FREE” cuando alquilas un apartamento. Es de suponer sea el último mes de ese contrato (muy serio) Fin de la sintetizada historia que nada tiene que ver con el calvario impuesto a la gente de Miami y, aceptada entre otras cosas, por pura pasividad o indiferencia de sus habitantes, seres rebeldes para otros asuntos “sin importancia”, ahora les explico lo que he observado en estos anormales trámites.

Me asombra el sobrino cuando manifiesta que, “debe pintar” el apartamento antes de entregarlo para recuperar unos $800.00 dejados como “depósito”, nada que ver con los dos meses de “renta” que le pidieron por adelantado. ¡Joder! La renta era de $850.00 mensuales y si le sumamos los $800.00 de depósito, estamos hablando de una cifra elevada para una persona recién llegada a este país, donde por supuesto, le exigirán un depósito de garantía para conectarle la electricidad. No hace falta mencionar gastos adicionales conocidos por todos nosotros.

En nuestro extenso y agotador recorrido, visitamos varios apartamentos que se alquilaban en condiciones deplorables de mantenimiento. Se les propuso a varios propietarios asumir la renovación de los locales y que los gastos fueran deducibles de las rentas a pagar. Se me ocurrió hacer esas proposiciones porque ya las había hecho en Montreal y allá lo aceptaron. En Miami todas las respuestas fueron negativas, si te interesaba el apartamento, debías alquilarlo en esas pésimas condiciones y los gastos en las reparaciones, pintura, etc., correrían a tu cuenta. Bueno, semejante descaro solo es posible hallarlo en esta ciudad, pienso. Les menciono apartamentos amplios que luego de pasarles la mano quedarían nuevos, pero al parecer, ninguno de esos individuos piensa invertir un solo centavo en sus propiedades y les hablo de unas condiciones propias a países del tercer o cuarto mundo. Verdaderamente me he quedado asombrado por dos razones fundamentales, que existan lugares ofrecidos en ese mercado sin reunir un mínimo de condiciones que los declaren ‘humanamente” habitables y que puedan existir también personas que los alquilen sin ningún tipo de reclamo.

¡Muy bien! Visitamos una edificación donde nos entregaron una “aplicación” que debíamos llenar y entregar en una dirección perteneciente a la compañía propietaria del complejo habitacional. Tomamos aquellas hojas y nos marchamos a casa luego de escuchar algunas orientaciones del “conserje”, único encargado de darnos el rostros.
Después de tantas vueltas por la ciudad y archivar cierta cantidad de papeles con similares contenidos, nos detuvimos en uno de ellos. La curiosidad nos picó por el volumen de hojas, algo anormal para “aplicar” al alquiler de un apartamento, eran tres en total y fuímos leyendo con calma.

Sería oportuno adelantar que a mi sobrino le exigieron $90.00 dólares por entregar esa aplicación y $30.00 dólares extra por su esposa, estamos hablando de $120.00 dólares. No sé si signifique algo para ustedes esa cantidad, pero creo que es una suma importante para personas de bajos recursos.

Cuando comienzo a leer con calma y tiempo aquel extenso mamotreto, no sé de qué manera pude contener la ira (que en mi país de origen tiene otro nombre). Entre otras cosas “sumamente anormales” para los que viven en un país o ciudad medianamente “civilizada”, se comprende inmediatamente que le están violando varios “derechos” y mencionemos uno muy importante, la “privacidad”.

Ignoro hasta qué punto puedan estas compañías estar “amparadas” por la LEY, desconozco a partir de dónde pueda existir “complicidad” entre las autoridades y las mencionadas compañías. De lo que no puedo estar equivocado, siendo un ciudadano de un país vecino (Canadá) con leyes muy parecidas a las de los EE.UU, es en el punto referente a la descarada violación del derecho a la privacidad que, “supuestamente” debe gozar todo ciudadano en este país y el mundo en general.

No seré muy extenso en toda esta cadena de anormalidades y me referiré a las más importantes. Hablemos de los puntos donde exigen entre otras cosas, el “número de cuenta bancaria” y cantidad depositada como fondo. No conformes, piden el “número de cartas de créditos” y límites disponibles en ellas. 

Se supone que mi sobrino ande buscando apartamento para él, su esposa e hija. Por qué coño tiene que responder en esa aplicación, si tiene parientes con antecedentes penales, adictos a drogas, padeciendo enfermedades, etc.  ¿No se supone que solo van a vivir ellos en el apartamento por el cual están aplicando?  ¿Qué carajo les importa a esas compañías el estado o composición familiar de la persona que solo busca alquilar un lugar donde vivir? Veo estas cosas y acude a mi mente cierto estado de paranoia que iba desapareciendo con el tiempo. ¿No se parece este método a los tantos aplicados en Cuba? Tal parece que la redacción de la mencionada aplicación fue realizada en Villa Marista. ¡Y lo peor! Al menos en la isla te mandaban a investigar y se valían de cualquier tipo de información para joderte, pero carajo, nunca pidieron un centavo por hacerla. El aspecto más inmoral de todo ese proceso radica precisamente ahí, que sean tan descarados y exijan un pago para investigarte. Bueno, no creo que persona alguna tenga la brillante idea de pagarle a un policía o detective para que realice investigación alguna sobre ella misma. 

Una vez finalizado todo ese proceso investigativo, muy bien puedes ser rechazado como aspirante al alquiler de cualquier apartamento. Esa negativa puede tener su origen en la omisión de cualquier detalle exigido por ellos, así lo aclaran en las aplicaciones. Pues bien, se quedan con los $120. 00 dólares. ¡Como lo oyen! Sin ton, ni son. Ellos se
 quedan con esa plata por sus reverendos testículos u ovarios, no tiene otro nombre.

En términos generales son muy precavidos, dentro del contenido de esas aplicaciones no encuentras página web alguna o número de teléfono donde llamar. Al parecer, no quieren escuchar cuando les mienten la madre o les digan “hijoputas”, porque es verdaderamente lo que merecen. Al final te preguntas, ¿estoy aplicando para alquilar un cuarto en el Palacio de Buckingham? 

Lo más triste de toda esta situación radica en la aceptación de esos atropellos, sea por indiferencia, pasividad, cobardía, ignorancia, desesperación, resignación, etc. Nuestra gente se desgasta en batallas campales provocadas a veces por causas insignificantes, mientras conviven pacíficamente con elementos verdaderamente despiadados que se burlan constantemente de ellos y les violan sus derechos. Estuvieron viviendo bajo un régimen de oprobios que anuló la voluntad al reclamo de algo que les pertenece como seres humanos y es hora que despierten antes de que Miami sea convertida en un municipio de La Habana.

Yo vengo de un país y una ciudad medianamente civilizada, donde los diferendos entre propietaires y locataires se discuten en una corte. Es hora de que mi gente de Miami despierte y le pongan un merecido “ALTO” a toda esta gentuza de cuello y corbata que no solo explota sus necesidades. Es hora de recordarles que viven en un país donde se menciona constantemente la existencia de ciertos derechos “inviolables”.



No se preocupen, ya conozco las respuestas.


Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
2013-09-21

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DOS COMENTARIOS DEJADOS POR AMIGOS EN EL FORO "FARO DE RECALADA"


Saludos, Esteban,

No podría esperar otra valoración de tí acerca de Miami, y todavía no sabes nada, te lo aseguro.


Solamente, quiero hacerte una observación, que de seguro me aceptarás.


Escribiste:"..., siendo un ciudadano de un país vecino (Canadá) con leyes muy parecidas a las de los EE.UU, es en el punto referente a la descarada violación del derecho a la privacidad que, “supuestamente” debe gozar todo ciudadano en este país..."


El error está que aunque geográficamente Miami se encuentra en los Estados Unidos, tendrías que viajar unas cuantas millas hacía el norte, para entrar en USA. Miami, simplemente es la mina de donde salen casi todos los beneficios del resto de los condados de la Florida. Es un proyecto de algunos de convertirla en una ciudad de millonarios y turistas, con la esperanzas de que los actuales miamenses emigren hacía otras tierras de los Estados Unidos o retornen a sus países de origen. 


Es una réplica de la corrupción de algunas de las repúblicas bananeras o de una ciudad mafiosa como Chicago. No creo que aún no te hayas percatado de que la vida en Miami es un constante acoso, donde tienes que saber moverte, porque siempre hay alguien presto a meterte las manos en tus bolsillos con cualquier pretexto. 

Todavía leí alguien en FB que se sintió un tanto ofendido por tus palabras, me imagino que no sabe que tu conoces tanto Miami como cualquier otro, pero, si necesitan alguien de Miami para hablar sobre las rentas, me presto a ayudarte con mi apoyo. 

Sabes que hace un par de años ya, compré mi casita que no has tenido oportunidad de visitar, pero, ¿Sabes por qué me decidí a comprar? Pues porque ya no se podía más con la renta, aunque yo no pasé por loas más amargas experiencias y me llevaron bien, a pesar de eso, ya el futuro de las rentas era convertirse en algo insoportable. Hoy a pesar del poco tiempo que pago un mortgage menor en una casita de tres cuartos, que cualquier renta en un apartamentico de dos cuartos, he recuperado mi inversión y vivo más tranquilo.

Nota: No te quiero asustar, pero preparate cuando te encuentres con el tema de las asociaciones, eso me imagino provocaría en tí tres artículos más grandes que éste de la renta.



Como siempre, un abrazo para tí y toda nuestra tripulación.



Hector Suzet 
2013-10-08

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Hola amigos,

Comienzo por mencionar que resulta agradable ver actividad en el Faro, luego de algún tiempo quizás más bonacible que lo deseado por los que aquí recalamos para intercambiar ideas y "hacer víveres mentales".

Respecto a esta nota sobre la urbe que se ha dado en llamar "la segunda ciudad de los cubanos", debe reconocerse que lo allí dicho es cierto, con independencia de que guste o no a quienes discrepen, bien sea por pasión o bien por falta de conocimiento in situ de lo que allí sucede.


El clima social en Miami, sin entrar en otros calificativos, es sui géneris y resultado de muchos factores e influencias, entre las cuales se encuentra la presencia, como objeto y como sujeto, de la emigración proveniente de "la tierra mas fermosa que ojos humanos vieron".

Cada persona es un mundo y cada cual tiene derecho a tener sus propios criterios y opiniones, respetando siempre los ajenos. Conocí un profesional universitario con un MSc, que emigró en 1996 y comenzó viviendo en Miami. Me contaba después que no se sentía del todo bien en esa ciudad porque le recordaba demasiado el lugar de donde había salido, usando la frase "la misma película con colores algo distintos". Por eso se mudó para Philadelphia, donde en invierno tiene que palear nieve para sacar el auto a la calle, pero dice sentirse bien allí.

Hay una parte de la nota que merece un análisis particular y es la siguiente: "Lo más triste de toda esta situación radica en la aceptación de esos atropellos, sea por indiferencia, pasividad, cobardía, ignorancia, desesperación, resignación, etc. Nuestra gente se desgasta en batallas campales provocadas a veces por causas insignificantes, mientras conviven pacíficamente con elementos verdaderamente despiadados que se burlan constantemente de ellos y les violan sus derechos".


Ese párrafo, no por casualidad, es también una descripción de la situación existente en Cuba, y que parece haber creado un patrón de conducta, por reflejo condicionado, en quienes estuvieron sometidos a ese régimen, como se dice en lo que sigue: "Estuvieron viviendo bajo un régimen de oprobios que anuló la voluntad al reclamo de algo que les pertenece como seres humanos y es hora que despierten antes de que Miami sea convertida en un municipio de La Habana". 


Esto es lapidario porque explica la forma de comportarse de los que emigran y la manera en que ese comportamiento ha ido cambiando con los años, de manera que puede observarse, cuando llegan, la diferencia entre las distintas generaciones que han salido del país donde se (de)formaron.

Un cordial saludo



Plimsoll Line
2013-10-21

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